Don't Leave Me Loving You [Ghost & OC]

Capítulo 8

Narra Ashley

Los demás dijeron que se quedarían, que no iban a sir de viaje ni nada por el estilo. Fui a mi habitación para ordenar mi maleta, estaré navidad y año nuevo con mis padres y después regresó, al terminar de ordenar mis cosas salí en dirección a la oficina de Price para decirle, antes de entrar la puerta se abrió y salió Ghost quién me miró fijamente, sus ojos recorrían todo mi rostro.

— Lo siento - susurré -

— Iba a ir a buscarte - me miró - espero no tengas planes, te quiero en entrenamiento.

— De acuerdo - asentí -

— Bien, buenas noches.

Él se separó de mí y siguió caminando por el pasillo, la puerta estaba entre abierta, toqué y Price habló diciendo que pasará.

— Hola Ash - saludó -

— Hola capitán... Solo venía a saber si necesitaba algo más, me iré a dormir ya.

— No, está todo en orden - respondió -

— ¿Puedo utilizar el teléfono? - lo miré - mi celular no tiene señal por la tormenta de nieve y quiero llamar a mis padres para avisarles que me quedaré aquí.

 — Claro, úsalo - respondió - no tienes porque pedirme permiso.

— Gracias.

 Salí de su oficina para ir a hablar por teléfono, gracias a que Simon me dijo que me quedaría tengo que desempacar de nuevo.
Mi mamá dijo que no habría problema y que ya el próximo año podríamos pasarla juntos otra vez, sé que ella ya debe estar un poco acostumbrada pero aún así no dejo de sentirme triste por eso.

Pasamos la noche buena y navidad muy tranquilos, Rudy me dio un obsequio, un libro de poemas de Alejandra Pizarnik. Alejandro decidió quedarse, prácticamente todo el equipo se quedó aquí. Durante la cena Rudy me estuvo contando como él y Alejandro celebraban las fechas navideñas en México. Más noche ya todos andaban un poquito ebrios incluyéndome, vi que una de las enfermeras salía del comedor y después, a los pocos segundos, Ghost salía también caminando en dirección a dónde ella se había marchado. Solo espero que con esto sea menos idiota que antes, lo que necesita es sexo para que deje de ser tan amargado.

Había estado tomando tequila, demasiado tequila que Alejandro tenía guardado en su oficina y que por insistencia de Johnny él sacó la botella al igual que Price, saco una botella de Whisky. 

— ¿En qué piensas? - la voz de Rudy me hizo salir de mis pensamientos -

— En nada - reí al sentir su respiración en mi cuello - ¿Sabes qué vi?

— ¿Qué viste? - sonrió al verme -

— A Ghost con una enfermera - susurré en su oído - ambos caminaron por el pasillo.

— Esperemos que con eso tenga para no estar amargado - respondió -

— Entonces - lo miré - si me enojo ¿Harías lo mismo? - susurré mientras pasaba mi dedo índice por su pecho -

— ¿Estás enojada ahora mismo? - alzó una ceja -

— Demasiado.

— Entonces vamos a arreglarlo.

Me tomó de la mano jalándome, como todos estaban ya ebrios nadie se dio cuenta de que nos salimos del comedor, caminamos por el pasillo hasta llegar a mi habitación, abrí la puerta y entramos él la cerró detrás de su espalda para después pasar sus manos por mi cintura y pegarme a su cuerpo. Nuestros labios se encontraron en un beso apasionado y profundo.