Capítulo 8: Cortes de papel

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N. A: Ah, por cierto en multimedia dejé las canciones con las que me inspiré mientras escribía este capítulo uwu, les recomiendo que pongan la de conversación casual (al llegar a su casa)y la de nuestra aflicción (cuando está con Eli) para sentir más lo que yo cuando lo escribía:3

Estaba consciente de que me veía realmemte mal, pero el seguir viendo diario a mi novia me hacía tener las suficientes ganas de comportarme como siempre con ella, pero pronto comenzó a preocuparse.

-Amor, ¿estás comiendo y durmiendo bien? Te noto cansado- Era gracioso que ella fuera la que comúnmente se viera cansada por sus frecuentes gripes y bajones de presión, se veía cada vez más delgada y me preocupaba pero alla siempre se excusaba con que no era nada y que solo era enfermiza

-Sí, solo estoy un poco estresado, ya sabes, las pruebas, las tareas, tu eres buena en esto de la escuela pero sinceramente yo soy pésimo y debo esforzarme más.

-¿No te han molestado más?

-No... Bueno, pareciera que no se enteran bien de mi existencia, y solo algunos siguen así- dije en tono bajo, casi susurrando

-¿Por qué nunca les dices nada?- En sus bellos ojos siempre con brillo se notaba la preocupación y la impotencia de que no la dejara hacer nada, pero no dejaría que la insustaran a ella también, se podría decir que ella era de las más populares y respetadas de la escuela y alguien tan patético como yo no podría empeñarse en arruinar su vida rebajandola a ser como yo.

-Sabes que aunque les reclamara algo lo único que conseguiría sería una buena paliza.

-Está bien, dejaré el tema por ahora, pero si no es eso, en serio,¿qué te tiene así? Estoy segura de que no es la escuela, te conozco y tu no eres así

-Lo acepto, no se trata de eso, pero no puedo decirte, no puedo arriesgarte así.-solté por fin, ella suspiró como si admitiera la derrota, la abracé y me dí cuenta de lo delgada que estaba

-Has adelgazado mucho...

-Ah, si... Eso, estoy a dieta

- ¿A dieta? Pero si tienes una figura que todas envidian y sabes que tienes problemas de salud

-Bueno sí, sí tengo problemas con la presión y eso pero estoy gordísima, si seguía así, pronto no tendrías a una humana como novia sino a una vaca- dijo de una forma tan despectiva que alertó algo en mí

-Eli... ¿cómo puedes pensar eso?-la tomé de los hombros mirandola triste- eres hermosa y te amaría aunque pesaras trescientos kilos- me acerqué a su rostro hasta que podía oler esa fragancia que tanto me gustaba y sin darme cuenta, ya me encontraba atacando sus labios tersos y siempre rojos como si se tratase de dos fresas.

Me alejó lentamente de ella y murmuró a mi oído "Por favor, ayudame". No sabía a que se refería hasta que ví ahí donde su muñeca salía de su blusa de manga larga varias costras que parecían de cortes recientes.

Tomé su otro brazo en busca de más cortadas y las encontré, no sabía como reaccionar pero la abracé durante lo que me pareció una eternidad y pensé en protegerla, de la razón que hubiera para que se hubiese hecho eso, de la gente, del mundo en general.

Al separarnos le pregunté por qué lo había hecho.

-Tenía miedo- dijo con una voz apenas audible.

-¿De qué?Sé que no he pasado tanto tiempo contigo desde la muerte de Mariana... pero te veías tan normal que tu vida parecía sin complicaciones, tu alegría se veía intacta.

Oscuro Vacío|PAUSADA hasta que termine de reescribirla|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora