❝𝙍𝙞𝙫𝙖𝙡𝙚𝙨❞ ۪ 𖥔 ˑ𝓡𝓲𝓿𝓪𝓻𝓲 ✧

•»𝟮𝟴«•

Samantha se encontraba tranquilamente sentada en el sofá, era cómodo, mientras esperaba a Abril. Después de un rato sintió que alguien la vigilaba y cuando fue a confirmar, cerca del marco de la sala, había asomada una pequeña cabecita castaña, observándola. Parecía querer acercarse y la miraba con los ojos brillantes y repletos de curiosidad, Samantha quería hablar con ella. Era muy linda como para no hacerlo.

—Hola Ali, yo soy Samantha una... Mmm, compañera de tu hermana —dijo un poco insegura, acercándose a la niña, ella no se movía.

—Me llamo Allison, no Ali —dijo con la vocecita altanera de su hermana, Samantha hizo una mueca y una sonrisa apareció en el rostro de la niña.

—Te ves graciosa.

—¿Crees que soy graciosa, Ali? —dijo avanzando paso a paso y la niña sonrió, asintiendo —¿Te puedo decir así?

—Si, me gusta. Me hace sentir bonita —respondió aún con una sonrisa, al ver a manera en que caminaba la pálida.

—Tu eres bonita, Ali —aseguró la chica y los ojos de Allison parecieron iluminarse.

—¿Si? —preguntó emocionada y comenzó a acercarse también, llevaba a rastras su osito gris en una mano

—Si, lo eres y... jahhh! —pegó un chillido cuando tropezó con la alfombra y cayó de espalda, dándose un golpe en la cabeza —Ay.

La pequeña castaña comenzó a reír mientras la rubia se sentaba, la niña fue hasta las piernas de Samantha y se sentó en su regazo, mirándola con una mezcla de curiosidad y emoción.

—¿Te estás riendo de mí, Ali? —preguntó Samantha con diversión mientras observaba el rostro feliz de la niña.

—Si, eres muy tonta —dijo riendo, haciendo sus pequeños pómulos visibles y Samantha casi se desmaya de la ternura, era el mismo rasgo de Abril. La niña colocó sus dos manitas en cada mejilla de Samantha, acercándose.

—Tus ojos son un poquito grises, pero también muuuuy verdes, parecen ojos de esmeralda.

Samantha sólo pudo reír mientras la pequeña castaña la veía con intensidad, sus ojos eran muy hermosos también, pero no tanto como los de Abril.

—¿Te gustan? —preguntó y la niña asintió enérgicamente, aun sin soltarle el rostro.

—A Abi también le gustan, siempre habla sobre unos ojos verdes que la vuelven loquitaaaa —dijo canturreando y Samantha se ruborizó, Allison comenzó a reírse emocionada mientras aplaudía. —Y eso hace cada vez que papá le dice tu nombre —dijo refiriéndose al color rojo en las mejillas de la pálida.

—¿Papá?¿Tu papá me conoce? —preguntó incrédula, con el corazón en la garganta.

—Nop, algún día quiere hacerlo. Pero, yo te conocí primero ¿verdad? —preguntó y la rubia asintió, logrando que la niña sonriera más. —Este es mi osito, se llama Cory —dijo levantando al osito gris, se había sentado aún más entre las piernas de Samantha y parecía cómoda, mientras alzaba al peluche.

—Es muy lindo, parece de verdad —dijo sintiéndose tonta, pero era lo primero que había pensado.

—¡Yo también dije lo mismo! —exclamó la niña, volteando a ver a la chica con adoración en esos ojos marrones ¡Al fin alguien que la entendía! —Vamos ver que hace Ama, está haciendo mi comida favorita.

Se levantó y tomó a Samantha de la mano, en la otra llevaba a Cory, obligándola a pararse y guiándola hasta la cocina. Samantha sentía miedo de que Abril le fuera a retar, pero los ojos chocolate de la pequeña castaña la derretían por dentro, estaba dispuesta a soportar las consecuencias.