VICTORIA

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Sabe que le cuesta respirar cuando se cruzan. Sabe que Sebastián se comporta de manera inapropiada. Y ella por más castigo que quiera impartirle, sabe que lo desea.

No repara en que lo que está ocurriendo es increíblemente peligroso.

A última hora del día laboral cuando la oficina calla y los rayos de sol comienzan a reventarse contra los cristales del edificio, Victoria enrolla los papeles que están sobre su escritorio. Decepcionada, ya que hoy su inspiración no fue su fuerte.

Más que un día repleto de mensajes de los clientes que absorbieron su mente con dudas sobre sus futuros libros.

Maquetación, corrección, asesoría. Ella respondía todas sus consultas.

Sin embargo, a principios de año, la jefa anterior le había dado la posibilidad de cumplir su sueño. Le informo que si para Diciembre entregaba su manuscrito finalizado, lo iba a tener en cuenta para una futura publicación abonándole todo lo necesario para llevarlo a las librerías más famosas del país.

Sebastián llego a su mundo para distraerla. Y eso a ella no le gustaba.

Destrozando los últimos trozos de manuscrito fallido, lanzó al cesto de basura dejando caer sus sueños en pequeños fragmentos.

Decidió bloquear su computadora y dirigirse a lavar su tazón para marcharse a casa. Sólo pensaba en tirarse en la cama boca abajo y llorar un buen rato.

No pensó en las posibilidades. No cree en las casualidades. Ni en los momentos en que a veces surgen por hacerlos al propósito.

Caminando a paso acelerado, entró a la cocina y ahí estaba.

Sonriendo a su celular, de perfil a la ventana. Con su traje perfectamente planchado y su perfume importado.

Apoyado sobre la barra sin prestar atención a que ella había interrumpido su tranquilidad. Ignorando completamente el ruido de sus tacones.

Victoria sintió calor en su cuerpo al notar lo ajustado que le quedaban los pantalones a Sebástian. Notando su culo increíblemente redondo y su cremallera pronunciadamente abultada.

Ella aclaró su garganta y lavó rápidamente su tazón en la bacha. Cuando se dio vuelta para irse lo más rápido posible. Sebástian se encontraba a pocos centímetros de ella.

Acercó su mano al cuello de su camisa, rozando suavemente con su dedo pulgar e indice, delicadamente el borde. Llegando al primer botón desabrochado de su ropa. Sin mirarla a los ojos le dijo:

"Te mojaste". Susurrándole a los oídos.

"¿Disculpa?" dijo Victoria casi al borde del infarto.

"La camisa, Victoria. Te mojaste la camisa. Tené más cuidado la próxima vez"- Alejándose de la cocina, con una mano en sus bolsillos y la otra con el celular prendido.

Victoria tuvo que apoyarse sobre la barra para recomponerse de la situación.

¿Qué le estaba ocurriendo?. ¿Acaso lo está haciendo adrede?



Tomó su celular y le mandó un mensaje al grupo de las chicas.

Vic:- "CHICAS, URGENTE, NO SABEN LO QUE ME PASO. OTRA VEZ."

Sol:- ¿Te cruzaste con él?

Gaby:- ¡Conta ya!

Lara:- Queremos todos los detalles.

Vic:- Me acorraló contra la cocina y no podía respirar.

No se que me ocurre. Estoy distraída.

No puedo continuar el proyecto de mi novela. No encuentro el camino. Sebástian me esta arruinando todo lo que era perfecto. 😢

Lara:- Pará Vic. ¿Era perfecto?

O simplemente estas teniendo nuevos sentimientos que no sabes como manejar?

Vic:- No se, Lari. Sinceramente, estoy muy confundida.

Hoy fue un desastre de día. Y sólo quiero llorar.

Gaby:- Tranquila amiga, no es un mal momento. Necesitas aclararte.

Sol:- Toda la razón. Apoyo la moción.

Salgamos esta noche a tomar algo.

Vic:- No sé. Mañana trabajo y me tengo que levantar muy temprano.

Lara:- No hay tutía. Se sale y punto.

21 hs todas en el Sushi Bar. Vic yo te busco por tu casa.

Vic:- Gracias chicas, siempre saben cuando las necesito.



Victoria se marcho a su casa. Hoy será noche de amigas y no quiere pensar más que en disfrutar de las chicas y de escuchar sus aventuras.

Ausente del mundo pero presente en la vida. Y un sinfín de emociones. Artificios y esperpentos varios de un deseo que no puede controlar.

Aún bailo bajo la lluviaWhere stories live. Discover now