Atracción Fatal - Lawlu

Capítulo 28

Doflamingo

Llamó, una, dos y casi una tercera vez antes de que la puerta se abriera ante él. Su enfado por tener que esperar se desvaneció y el comentario sarcástico que había estado planeando hacer murió en sus labios. Su querido sobrino, que siempre había sido perfecto y bien cuidado, era un hombre completamente diferente. Law ni siquiera frunció el ceño mientras se miraban fijamente.

Law tenía las uñas cubiertas de sangre seca y el pelo le sobresalía por lugares extraños, apelmazado con lo que supuso que también era sangre. El olor tampoco era el mejor, ¿cuánto hacía que su sobrino no se duchaba? ¿O mejor aún, dormía? Law parecía un zombi, con la cara pálida y los ojos cansados.

Law se hizo a un lado y entró en la casa de su sobrino. Para su sorpresa la casa también estaba desordenada, la cocina estaba revuelta y sólo podía suponer que Law había estado comiendo con prisas. Chasqueando la lengua se volvió hacia el extrañamente callado Law.

"Menudo lío me has dejado ahí detrás". Refunfuñó, recordando el maldito sótano y la cocina que había ordenado limpiar a sus subordinados hacía casi dos días. Había sido un trabajo largo y agotador, pero lo había dejado impoluto. Sin embargo, faltaba el cuerpo del imitador; esperaba encontrarlo. Había sido un poco decepcionante.

"Síganme". murmuró Law. Frunció el ceño ante la falta de comentarios, pero siguió a su sobrino, cuyos pasos se aceleraban cuanto más avanzaban por el pasillo. Cuando entró en la habitación a la que Law le había conducido, se quedó helado, sorprendido por lo que veía. No estaba seguro de lo que esperaba, pero no era esto.

Luffy, el amante de su sobrino, estaba tumbado en la cama con varias máquinas conectadas a él, era un hospital improvisado. El estado de Luffy era crítico; no necesitaba ser médico para saberlo. Había vendas alrededor del pecho del chico y los moratones cubrían casi toda la piel que podía ver. Si no fuera por el pitido del monitor cardíaco y el ascenso y descenso superficial del pecho de Luffy, lo habría dado por muerto.

Se volvió para mirar a Law, que estaba a su lado, pero no miraba a Luffy, sino a él, con ojos oscuros e ilegibles. "¿Y el rubio?" Preguntó, sin gustarle la forma en que el ojo de Law se crispó ante la pregunta. "Necesito que te quedes aquí". instó Law, caminando de repente hacia la puerta y de vuelta a la cama. Era un gesto extraño, y se preguntó hasta qué punto Law era estable mentalmente.

"¿Desde cuándo me das órdenes?". Se rió, medio en broma. No le importaba vigilar a Luffy, aunque sólo fuera durante unas horas, pero al mismo tiempo no quería que su sobrino pensara que podía darle órdenes sin más. Ése no era el tipo de relación que tendría con Law, ni con nadie. Él tomaba sus propias decisiones.

"¿Sí o no?" respondió Law, deteniendo su paso. Un destello de rabia brilló en los ojos de Law, y no pudo evitar erguirse un poco más para intimidar al más joven. Law siempre había sido tan tranquilo, ¿quién era este hombre? A medida que pasaban los segundos, la expresión de Law pasó de la rabia a la tristeza y comenzó a pasearse de nuevo.

Lo observó durante un rato más, fijándose en el movimiento de los dedos de Law y en la forma en que su sobrino se detenía aunque sólo fuera un momento para mirar hacia la puerta y luego a Luffy. "Ya he venido, ¿no?" Finalmente refunfuñó, acercándose y sentándose en la solitaria silla junto a la cama.

Law lo observó sentarse y luego echó otra mirada a Luffy antes de salir de la habitación.

..

Law

Sólo podía confiar en que Doflamingo vigilaría a Luffy durante un par de horas; apenas soportar un par de horas lejos de Luffy. ¿Y si su estado volvía a empeorar? Sólo esta mañana lo había considerado lo suficientemente estable como para estar sin sus cuidados constantes. ¿Y si volvía la fiebre?