.DULCE MARIONETA. [LAW]

.INFIERNO.

—Capítulo 3:—

Sentir que te estás ahogando en un vaso de agua es una de las sensaciones que más molestia te dan, te quema por dentro y tienes un problema "no tan grave" pero ese problema no te deja vivir. Odiar la sensación del fuego resurgir desde las entrañas de tu estómago y sentir el doloroso y excitante cosquilleo cuando tu piel es tocada por manos ajenas a ti mismo. Te da asco pero no lo apartas porque te gusta, es un sentimiento de amor y odio a la vez porque si se va uno pierdes al otro.

Law sentía la cadena más corta conforme más iba avanzando el tiempo con el que convivía con doffy y rocinante. La cadena invisible que hacía imposible para el y para ellos dejar ir, lastimosamente.

No era de esa gente que se ponía nervioso por lo mínimo, tampoco sentía la presión de nada ni nadie. Aunque los individuos que les tocó lidiar hacían eso y más, su temperatura normal era fría pero sus palmas sudaban, aún si corría más de una milla su corazón seguían latiendo en calma pero estaba sentando y el corazón a cada latido sentia que se le saldría en cualquier momento del pecho—Lo odiaba—Pero no podía negar que le gustaba. Eso lo hacía sentir vivo. Pero para estar vivo no hace falta que te pongas ti mismo la soga al cuello.

—¿Estas bien?—Rosinante noto su anormal silencio y la incomodidad en su asiento.

—Por supuesto—Que no. Law no le diría que se estaba desgarrando internamente. Suspiró por la boca y sentía el aire caliente en la garganta.

¿Porque se sentía a si por ver a doffy?

Se preguntaba internamente, su corazón estaba impaciente como si lo necesitará y eso le daba miedo, no quería necesitar ha alguien como el. Aferrarse ha la idea de que lo alejaría de él cueste lo que cueste era la única soga que lo mantenía en pies para no caer al precipicio de emociones y desgracias incontrolables y locas. Sonreía, se enojaba, apretaba los labios y suspiraba. La mano de rosinante agarrando su pierna no le ayudaba. Es como si el simple toque lo excitara, el roce de sus dedos cuando sostenía firme su agarre.

—Hemos llegado—Aviso, el auto aparco frente ha una gran mansión. Law no podía creer lo rápido que había sido el maldito viaje—¿Como te sientes? Los somníferos eran un poco fuertes.

Rosinante había llenado de una droga especial la botella de agua de la cual law había bebido rato atrás, lo supo cuando su cuerpo ya no respondía a él de la misma forma. Su pregunta era el porqué de las vueltas que daba.

—Porque actúas como alguien bueno y luego demuestras lo contrario. Es realmente molesto

Rosinante sonrió inclinándose sobre el, paso su mano sobre la mejilla caliente de law; su temperatura era alta y su cabeza se acurrucó en la palma

—Ambos sabemos que el malo aquí es doffy—Rosinante beso la frente de law y luego se alejó para salir del asiento del piloto. Segundos después apareció del otro lado abriendo la puerta de law.—Nunca has venido a mi casa lamento que tenga que ser en estas circunstancias, te prometo darte una mejor recorrido luego.

Cargo el cuerpo muerto de law de forma dulce y cuidadosa y con el camino sobre las grabas hasta la entrada de la enorme hacienda. Los guardias de negro solo mantenían la vista al frente, sabían que sí solo echaban el ojo curioso se lo sacarían con una cuchara del cráneo. Las enormes puertas fueron abiertas por las sirvientas de lado a lado haciendo una hermosa reverencia. Rosinante ignoro ha todo el mundo y con el soñoliento law en brazos se adentro por los pasillos del enorme lugar.

Sus pupilas estaban dilatadas y sus pestañas pesaban pero podia divisar borrosamente algunas cosas. El pasillo interminable y el silencio intermitente, parecía el infierno vestido con las cortinas del cielo por encima.