My hero-Yeonbin

infancia

La infancia de soobin no fue cómo la de cualquier niño, él no salía a jugar con los demás niños, no jugaba video juegos, no participaba en las actividades del colegio, no hacía cosas que normalmente hace un niño.

Él debía ayudar a su papá, su papá buscaba alguna forma de tener superpoderes, pero no para el bien, él quería ser un típico villano, pero era cobarde cómo para inyectarse a el mismo sus inventos, tenía miedo de que les fallara, así que utilizó a su hijo, hubo muchas veces que falló, en cada prueba que hacía para ver si funcionaba fallaba, soobin recibía golpes, tenía que tirarse desde alto, le hacían muchas cosas, que él solo terminaba llorando sin entender mucho de ese tema, un día en clases le preguntaron que por qué estaba con moretones, su mamá dijo que se había caído desde las escaleras, cosa que fue creída.

Soobin tenía miedo de llegar a casa, no quería que le volvieran a inyectar algo en su cuerpo, no le gustaba.

Cuándo finalmente se negó su papá le terminó por gritar.

–¡TE DOY TODO!, DEBERÍAS AGRADECERME AYUDÁNDOME!

Le dió de una cachetada, haciéndolo caer hacía el sueño, el pequeño soobin no dejaba de llorar asustado, se hizo bolita cubriendo su cuerpo, queriendo que no lo inyectara.

–SON SOLO DOS.–gritó mientras buscaba sus cosas– deja de llorar, ven o yo mismo iré a darte una verdadera razón para que sigas llorando.

se levantó y fue hacía su papá, él revisó dónde inyectarlo, dudó un poco viendo su brazo todo golpeado, soltó un suspiro y lo soltó.

–sube un rato, qué se te pase esa herida que tienes.

El niño de 6 (ahora 7) años corrió hacía su mamá abrazándola y llorando

–papá quiere inyectarme dos veces, yo ya no quiero, me duele mucho mi bracito

Dijo entre sollozos, su mamá lo cargó y limpió lágrimas.

–Mami no dejará qué eso siga pasando, si?, mami ahora te cuidará, te protegerá, nos iremos de aquí, si?, toma mi amor–sacó una cajita pequeña entregándosela, el pequeño abrió de aquella cajita encontrándose con un collar de un sol y una luna– feliz cumpleaños mi amor, son dos collares compartidos, un sol y una luna,, podríamos usarlos ambos, tu mi pequeño sol y yo tu luna, pero si gustas puedes compartirlo con alguna otra persona que ames, a alguien que consideres tu sol o tu luna cariño

El pequeño miró con una sonrisa el collar y limpió su lagrima.

–gracias mami, tú puedes ser mi luna!

aplaudió feliz dejándo a un lado la cajita y abrazó nuevamente a su mamá.

Luego de unas horas soobin fue a su cuarto a acostarse en su cama, a ponerse a pensar, ¿Su papá lo ama?, no lo saludó, solo le pegó, había cumplido 7 años, sabía que no estaba en buenas condiciones cómo para una fiesta, una torta o algo, pero al menos quería pasear en familia, no sabía que tenía su papá, desde que a su papá le detectaron cáncer no es el mismo, empezó a trabajar en tratar de buscar una cura, hasta que se le ocurrió esa idea.

Fue hacía el espejo a verse, estaba hecho un desastre, no le gustaba cómo se veía, tenía náuseas y mareos por todas esas cosas que tenía inyectado, su cuerpo estaba horrible, dió un salto del susto cuándo escuchó algo romperse y a su papá gritando, salió corriendo a ver de que se trataba y se encontró con sus papás discutiendo, su papá empezó a golpear a su mamá llevándola hacía su laboratorio, corrió detrás queriendo detener a su papá, no quería que también inyectara a su mamá, cosa que fue imposible, su papá terminó por inyectar a ambos, soobin no dejaba de llorar, su mamá lo tenía en brazos, su papá solo los miraba esperando que pasarán los minutos para dar las pruebas, soobin pasó la vista a su mamá quién no se encontraba bien, la abrazó y movió su cabeza en su pecho cómo si de un gato se tratase, su mamá acarició de su cabello soltando de un pequeño suspiro, su papá llevo a ambos a la habitación de pruebas, habían ahora cosas peligrosas, armas, fuego, cuchillos y nuevamente aquel muro alto para que salten, su papá le entregó a ambos de un arma,, la mamá de soobin tomó de una mareada, no quería desaprovechar la oportunidad, sentía sus piernas flojas, el papá de soobin, cargó a su hijo para ponerle de algunas cosas, su mamá empezó a caminar cómo podía, tropezando, pero apuntando, sentía sus párpados pesar, antes de cerrarlos por completo disparó, el gritó de soobin fue lo último que escuchó antes de empezar a convulsionar