Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridad

Resurgir de las cenizas

He visto mi ojo morado por culpa de las manos de la que me dio la vida. He visto como mi propia familia me dio de lado. He visto perder la fe de que Negrito esté vivo. He visto como todos se hacían los locos. He visto como pasaron de mí los que ahora vuelven como si nada. He visto como el amor de mi vida resultó ser un grave error. He visto mi cuerpo casi inerte en una camilla. He visto la soledad más cruel en el hospital. He visto como mis ganas de vivir se desvanecía.  He visto mi cuerpo en el suelo sin ganas de levantarse. He visto como se han querido ir de mi vida aquellos que juraban quererme. He visto mis lágrimas caer soportando el dolor en silencio. He visto en el espejo mi reflejo triste y sin esperanzas. He visto como mi maquillaje se perdía por lágrimas después de gritar al mundo que todo va bien. He visto como todo lo que amaba ya no existe, quizá nunca existió. He visto de la ira que llevo dentro convertirme en una mujer fuerte, capaz de lo que nadie se espera. He visto como todo lo malo que he pasado me ha hecho creer en mí, en la capacidad que tengo de sonreír en medio del dolor, de la tristeza, de la decepción...

Ahora que me teman, porque voy por ellos. Ahora es momento de que griten mi nombre y piedad. Ahora puedo decir que he salido del infierno y que salí siendo reina de las tinieblas, de la venganza, de la sonrisa llena de maldad. Porque aunque parezca que no, es cuando más planeo la venganza más dulce y más poética que jamás se ha admirado.

Porque cuando se resurge de las cenizas y has probado hasta en tus entrañas el fuego, ya no eres la misma, y no quieres ser la misma, porque la que eres ahora, en lo que te han convertido, va a llegar tan lejos, que sus alas de acero serán la envidia de muchos.

Carmen Delia