Capítulo 5

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Mi corazón casi se sale de mi pecho. Me hace preguntarme qué mierda tomé del barman. El barman gay que pensó que yo era gay.

No lo soy.

Entonces, ¿por qué diablos seguí a Jeongguk a su habitación como un adolescente enamorado? ¿En qué estaba pensando? ¿Qué él estaba esperando que yo entrara en razón para que pudiéramos tener sexo?

Un pequeño escalofrío recorre mi columna vertebral ante la imagen que corre dentro de mi cabeza. Desnudo. Sudoroso. Jeongguk presionado contra mí, su boca fusionada con la mía. Mi polla está adolorida y dura como una roca, tratando desesperadamente de escapar de los confines de mis pantalones.

Cuando llegué a su habitación, él ya estaba en la ducha. Una vez más interpreté mal la situación. No me estaba esperando. No, Jeongguk se estaba encargando de las cosas él mismo. Fui demasiado gallina para quedarme y mirar, aunque quería hacerlo. Incluso con el vapor de la ducha, pude ver las curvas de sus hombros anchos y su estrecha cintura. Muslos gruesos y musculosos. Masculino como puede ser. Y ahí estaba, con una mano presionada contra la pared mientras tiraba con destreza de su polla.

Cierro los ojos con fuerza, ignorando la necesidad de tocarme.

Duro. Estoy tan jodidamente duro.

No entiendo lo que me pasa por la cabeza últimamente. Con JeongHan, estaba enojado y odiaba que asumiera que yo era gay. ¿Pero con Jeongguk? Como que espero que él crea que soy así, así dará el primer paso... desabrochará el resto de mi jean y me tomará en su mano.

Mis ojos se abren de golpe y escucho en la oscuridad. Su cama cruje cuando se mueve, poniéndose cómodo. La necesidad de levantarme y entrar allí es enloquecedora.

¿Y luego qué?

¿Me arrastro en la cama junto a él y le suplico que fuerce en mí las cosas que anhelo secretamente?

No anhelo una mierda. Esas son las drogas.

Creo. Maldición, espero.

Cuando el impulso es demasiado intenso, tomo el asunto en mis propias manos. Desabrocho los botones restantes en mi jean. El aire fresco besa mi polla caliente y palpitante, y una gota de líquido pre-seminal lubrica la punta.

Esto es jodido.

Estoy en la casa de un policía a punto de masturbarme pensando en él.

En circunstancias normales, esto suena exactamente como el tipo de mierda por la que te arrestan. ¿Pero ahora mismo? Creo que estoy a salvo de eso. A salvo de los ojos indiscretos del mundo. A salvo de las miradas críticas y las palabras de la gente que no entiende qué diablos me está jodiendo la cabeza.

Jeongguk parece ver algo dentro de mí que yo mismo no puedo ver. Y en lugar de explotarlo, es como si tuviera un plan. Solo desearía estar de acuerdo con dicho plan.

Mi mano se envuelve alrededor de mi polla, haciéndome sisear de placer. En la oscuridad, con el aroma masculino y poderoso de Jeongguk impregnando cada centímetro de su casa, es fácil fingir que es su mano. Pero su mano es más grande y más fuerte. Apuesto a que me masturbaría fuerte. Tiro hasta el punto de dolor, apretando los ojos mientras persigo esta fantasía de estar con él.

Más fuerte. Más fuerte. Más fuerte.

Respiro pesadamente, gimiendo silenciosamente mientras mi cuerpo se estremece de placer. La necesidad de correrme es abrumadora. Anhelo más que mi mano, pero es todo lo que tengo. Ninguna fan sucia en la que hundir mi polla...

Mi pene se ablanda un poco.

¡Jesús!

Jeongguk. Jeongguk. Jeongguk.

G M OT [ggukgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora