Esa mañana se despertó empapado en sudor, con el corazón acelerado por la intensidad de sus pesadillas, respirando apenas y pasando las yemas de sus dedos por sus sienes. Probablemente paso un minuto así, o quizás dos, y una vez estuvo consciente de que había despertado de sus sueños, el rubio decidió levantarse de la cama, tomar una ducha fría, comer algo de la despensa, quizás unas donas de la noche anterior, o quizás la comida que le rechazo su hermano mayor unos días atrás cuando lo vino a visitar. Pasada las 6 de la mañana una cascada tranquila se deslizaba sobre su espalda, sus ojos permanecían cerrados, y ambas manos sostenían el peso de su cuerpo como la de su mente, aquella que siempre buscaba olvidar los restos de una pesadilla tan inquietante como latente.
Transcurridos algunos minutos Jasper se miró en el espejo con toalla en mano, ya tenía 19 años y estaba en camino a cumplir los 20. Poseía un cuerpo atlético, una sonrisa encantadora, y un cabello al parecer muy bien cuidado. Sus cautivadores ojos azules lo distrajeron un rato, desvió la mirada al retrato de sus madres, y noto el gran parecido que tenía con Kara, la madre a quien seguía perdiendo en sus pesadillas, y a quien seguía creyendo debía cuidar y proteger si una guerra los invadía, "Sea Darkseid, Doomsday, los nazis de tierra X, o quien sea, protegeré a mamá Kara. Se lo prometí a Maxine, no permitiré que su visión se cumpla y no permitiré que la historia se repita. Mamá Wanda no volverá a desaparecer... esa línea temporal se borró, Ethan lo dijo...", pensó el rubio a terminar de colocarse una playera azul con un estampado pequeño de un rombo rojo en el lado superior izquierdo. Jasper amaba las playeras, de los pocos recuerdos que conservaba de la línea anterior, en la que un hermano mayor siempre estaba detrás de él, y en la que una Kara quizás algo más irresponsable, pero muy divertida, le regalaba siempre de esas poleras azules que se ajustan a todo tipo de cuerpo kriptoniano.
Por un momento Jasper contuvo las lágrimas al observarse en el espejo, tenía la playera que la Kara de su línea temporal le había obsequiado en su cumpleaños número 11, y la última vez que recibiría algo de ella, luego que la rubia perdiera la vida contra Doomsday en la Crisis. El rubio resoplo un par de veces sobre su lugar forzándose a realizar estiramientos mientras fingía sonreír haciendo de esos gestos que hacía cuando intentaba distraer a su mente, sin embargo, la tristeza lo invadía. De un momento a otro, desvió la mirada a la nada y recordó las palabras de su hermana, Maxine Zor El Maximoff, de solo 6 años, todo un prodigio en la magia, le habia advertido de los peligros de viajar en el tiempo, y que estos podrían cambiar muchas cosas, pero también empeorarlas. Actualmente reinaba la paz en la tierra, era el año 2023, y para ese entonces la guerra ya debería haber comenzado, sin embargo, no había indicios de ningún peligro, su familia vivía en gran casa casi a las afueras de la ciudad, sus madres disfrutaban de un buen matrimonio, él y su gemelo ya habían nacido, su hermano mayor, el de su línea temporal, ya no odiaba a su madre Kara, sino por el contrario, parecía cercano, y hasta sonriente de vez en cuando, Maxine era la única hija pequeña de la familia, Alura no había enloquecido como la Alura de su línea temporal, y lo más importante, sus madres seguían con vida.
En su línea temporal, una que al parecer ya no existía, sus madres tenían el mismo nombre pero no eran del todo las mismas, Kara Zor El Maximoff, y Wanda Maximoff, no eran simples mujeres en su línea temporal, y no quiere decir que lo fueran en esta, sin embargo, la rudeza de sus miradas eran tan diferentes a las miradas amorosas que tenían en esta línea, y se decía también que eran de las más fuertes, de las más valientes, solo que al parecer siempre tenían muchas diferencias debido a la guerra contra la tierra, "Supongo que la presión no era muy buena para ellas con tres hijos en casa considerando la guerra", pensó en algún momento el rubio al comparar a sus madres de su línea temporal con las de ahora. Y es que recordaba perfectamente cómo eran, Wanda Maximoff no quería que Kara se arriesgara, Kara por su parte, consideraba que su labor como héroe era lo más importante, Eran una combinación de una mujer tan audaz como hábil y una superhéroe compasiva, pero también algo imprudente. Wanda, era la bruja escarlata, Kara el máximo héroe de Ciudad Nacional.
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Super Boy - el hijo de Kara y Wanda (Mundo del rol)
FanfictionEsta es la historia de Jasper Zor El Maximoff conocido también como JasEl por los kryptononianos. Está inspirada en eventos similares al multiverso y a diferentes acontecimientos del mundo de DC. Es el segundo hijo del matrimonio Zor El Maximoff y v...