𝑃𝑟𝑖́𝑛𝑐𝑖𝑝𝑒 𝑦 𝐶𝑎𝑏𝑎𝑙𝑙𝑒𝑟𝑜 (Chanbaek)

Parte II: El regreso

—Su alteza...

Baekhyun bajó la taza de té de sus labios, miró a una de sus sirvientas hacerle una reverencia antes de dejar la bandeja de plata en donde posaba una carta con el sello real del príncipe SeHun.

—¿Necesita algo?

—No, puedes retirarte.

Tomó el sobre antes de volver la vista hacia enfrente, desde hace unos días había ordenada poner una mesa frente al ventanal que daba al jardín donde los caballeros entrenaban, así, todas las mañanas tomaba el té mientras veía a los tipos ejercitarse sin camisa, con el sudor recorriendo cada centímetro de piel.

Y aunque solo se enfocaba en su caballero personal, no podía negar que había unos cuantos guerreros más con un cuerpo definido sin exagerar en masa que lograban llamarle la atención, pero nada como Park Chanyeol, incluso pensó en ordenarles que entrenaran en ropa interior.

Querido Principe Byun BaekHyun, reciba mi cordial saludo esperando que se encuentre bien.

El motivo de esta carta es para obtener su permiso para cortejarlo adecuadamente, nuestros padres han realizado un trato para unir nuestros reinos así como nuestras vidas, sin embargo, deseo cortejarlo como es debido.

Espero su pronta respuesta.

Oh SeHun.

—¡¿Qué?! —BaekHyun se paró tan deprisa que inevitablemente llamó la atención de todos a su alrededor.

Sin importarle mucho, buscó a sus padres que parecían bastante despreocupados en la biblioteca real, entró hecho una furia agitando la carta entre sus manos.

—¡¿Cómo se atreven a venderme al Príncipe Oh egocéntrico SeHun?!

—Que lindo, quiere cortejarte, todo un caballero.

—Lo están obligando, madre. No quiere cortejarme realmente, creeme, somos como hermanos, no puedo casarme con un hermano ¿entiendes?

—Si tu madre no te ha juntado con nadie creí que era momento de intervenir, necesitamos nietos.

—Ustedes sí que son imposibles—gruño.— No sé que van a hacer pero van a cancelar ese trato, no me casaré con SeHun, y si insisten desapareceré y nunca en su vida volverán a verme, se los juro.

—¡Vas a casarte y me darás herederos, es una orden de tu rey y de tu padre!— Gritó su padre golpeando la mesa, su madre lo miró con seriedad, ambos sabían que hablaba en serio, pero Baekhyun sonrió de lado.

—Bien.

Salió del lugar con pasos firmes, el coraje era enorme, sentía que le faltaba el aire pero no dudó ni un segundo en asomarse por el ventanal y gritar.

—¡Park Chanyeol! ¡A mis aposentos! ¡Ahora!

No espero una respuesta, siguió su camino hacia su habitación casi rompiendo sus ropas para quitarlas de encima, cuando solo le quedaba la camisa y su pantalón, llamaron a la puerta. El Caballero entró sin armadura, con el cabello alborotado, una camisa y sus pantalones de ejercicio.

—¿Me llamó? Su alteza.

—Sí—cerró la puerta y lo tomó de la mano jalandolo hasta el borde su cama.— Necesito que me beses.

—¿Qué?

—Chanyeol—posó sus manos en sus mejillas, acercandose lo más que podía.— No tienes idea de cuanto te necesito en este momento, por favor, te lo suplico, bésame... no quiero ordenarlo como príncipe.