Perdida entre una horrible sociedad

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Sintió el agua fría escurrirse en su cabeza erizándole la piel, y las risas incrementar a su alrededor

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Sintió el agua fría escurrirse en su cabeza erizándole la piel, y las risas incrementar a su alrededor. Deseaba que todo eso parara de una maldita vez para salir corriendo y encerrarse en su habitación.

Mientras el tiempo seguía pasando el liquido se esparcía en cada rincón de su débil y delicado cuerpo, haciendo que sus lágrimas aumentasen a cantaros y se deslicen por sus mejillas pálidas.

Las risas empezaron a disminuir haciendo que ya no se sientiese tan humillada, pero no cesaron, siguieron hasta cuando sintió que era golpeada en su mejilla izquierda y se desplomaba en el suelo.

Fue hay cuando las carcajadas pararon y escucho como esos cobardes corrían dejándola hay botada.}

¿Porque le hacían todo esto? ¿Qué les había hecho para sufrir de estos tratos? ¿Y también, porque nadie venía a socorrerla?

¿Y los profesores? ¿Dónde estaban?

Pensaba aun tirada em el piso mirando a hacia un lugar no definido.

-Dios mío! ¡¿Pero qué te paso?! ¡AYUDA! ¡AYUDA! –

Fue lo ultimo que alcanzo a oír antes de desmallarse ante todo el maltrato recibido.

-------2h más tarde-------

-Mmmh...- Se quejo recuperando la conciencia, su vista estaba borrosa pero después pudo observar con claridad su alrededor. Miro su alrededor, paredes blancas, una pequeña mesita con bolsitas de agua y una cajita de primeros auxilios encima de esta.

Si, estaba en la enfermería.

-Ya se siente mejor? ¿Desea agua? ¿Comida? ¿Una curita? -

Seguía insistiendo la enfermera, caramba, estaba lastimada, no invalida.

-No gracias, Karen... pero si tengo ganas de dormir un poco-

- ¡Claro, claro! Si necesitas algo estaré afuera, ¿sí? -

Asintió de forma rápida y vio como salía con la mirada pegada en ella. Cuando escucho la puerta ser cerrada se desparramo en la camilla y soltó un suspiro.

Tenía puestas por todo el rostro curitas de dibujitos y vendas en el abdomen y en la mejilla donde había sido agredida. También una bata de un celeste blanquecino que le llegaba hasta las rodillas.

Ya era la 4 vez en el mes que regresaba a ese aburrido lugar.

¿Que no se cansaban de una maldita vez? ¿Cuándo acabaría su miseria? ¿Cuándo la violaran?

Arrugo su entrecejo al pensar en esa última palabra, se seguía diciendo que eso jamás ocurriría, y si llegaban a intentarlo, intentaría forcejear con todas sus fuerzas y gritar como nunca había gritado para ser salvada.

Pero si pasaba lo de hoy estaría preparada, hay vería si se inscribía clases de defensa personal.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el doctor que abrió la puerta haciendo que esta haga un rechinido.

-Usted es la paciente....-

-Dalia- Interrumpió

-Dalia... puede retirarse, ya tiene alta-

-------3h después-------

Llego empapada a la entrada de su departamento, saco las llaves y abrió la puerta adentrándose a su pequeño refugio.

Ya adentro vio el interior, envolturas de dulces esparcidas en el piso de madera, un futón en la esquina de la habitación, una pequeña puerta que llevaba a un mini baño. Y por ultimo, una pequeña estufa.

Camino hacia el futón y se dejó caer en este.

Que cansada se sentía, tendría los ánimos de ir a pasear si por lo menos hubiera almorzado, pero no le alcanzaba lo que tenia ahorrado en el bolsillo.

Giro un poco su cabeza a la derecha para ver la hora en su pequeño reloj, aproximadamente las 6:00 pm.

Empezó a divagar en sus pensamientos, adentrándose en lo mas profundo de estos, definitivamente... ella estaba perdida entre una horrible sociedad...



/Gracias por ver!/

Llegada de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora