La pijamada

494 34 6
                                    

Y una vez más reviso si todo estaba listo, tenían palomitas, bebidas, juegos de mesa, y lo más importante, un lugar cómodo donde sentarse, ¡almohadas!

---Bien, lo tenemos todo---Dijo Angelo acomodándose en una de las almohadas.
---Perfecto, solo hace falta que Leo llegue---Se sentó al lado de su contraparte---Pero mientras te voy a ir explicando mi versión de la historia---Le dijo con una sonrisa.

Ya había cogido todo, unas sábanas y una almohadas, por si acaso, así que ahora se estaba dirigiendo a la habitación del pecoso, mentiría si dijera que no estaba nervioso, no le gustaba mucho meter a sus hermanos en sus asuntos, pero si hay alguien en el mundo que le puede ayudar en estos momentos, ese alguien es Mikey.

Se paro justo en frente de la puerta, para después tocar suavemente.

---¿Quien es?---Se escucho del otro lado.

---Soy yo, Leo, ¿puedo pasar?---Se apoyo en la puerta.

---¡Claro hermano!---Le respondió.

Leo abrió la puerta para pasar, pero al abrirla se llevo una sorpresa, haciendo que se quede parado justo en la entrada.

---¿Y bien? No te quedes ahí, pasa---Le sonrió Angelo. Leo no dijo nada, solo pasó y se sentó delante de los de bandana naranja.

---Creo que no sabes porqué te hemos citado aquí---Hablo seriamente el pecoso, Leo negó, algo le daba mala espina, así que cogió la manta que había traído y se tapo un poco con está.

---Queremos que nos cuentes que fue lo que pasó entre TÚ y mi hermano---Fue al grano, resaltando el "tú".

---Exacto---Le dio la razón, el pecoso.

---Emmm...pues...nada, solamente estuvimos charlando y eso, nada más---Dijo nervioso, tenía fe en que esos dos le creyeran, pero era más que obvio que no lo iban a hacer, y menos si utilizaba ese tono nervioso.

---Hermano, no soy tan tonto como para creerme eso---Dijo el pecoso.

---Si, además se te nota un montón que estás nervioso, y si se supone que estuvieron haciendo solo eso no usarías ese tono, ¿o me equivoco?---Le cuestiono, rallos, Angelo era demasiado bueno leyendo el lenguaje corporal.

---¿Que?....---Preguntó confuso,en tal caso de que no estuvieran haciendo solo eso, ¿que estarían haciendo?

---Bueno, ya sabes, ¿se...?---Angelo quería que Leo completara la palabra, pero Mikey se adelantó, además de que Leo no entendía a lo que se refería.

---¡Ash!¡Que si se besaron!---Leo se quedo atónito por aquella pregunta, aunque parecía más una afirmación que una pregunta---Digo que si se besaron, si unieron sus labios, si se demostraron lo mucho que se querían por el contacto físico, si_---Siguió especificando el pecoso, al ver que no tenía respuesta de Leo, ya que pensó que aun así no entendía a lo que se refería.

---¡Ya entendí Mikey, no hace falta que especifiques!, ¿¡sabes!?---Le gritó a su hermanito exaltado, Leo casi parecía un tomate viviente de lo rojo que estaba.

---Bueno, pero cálmate---Dijo Angelo.

---...Si, perdón Mikey, no sé porque me pongo así...---Dijo arrepentido por haberle gritado así a su hermanito.

---Esta bien Leo, de veras no fue nada, y lo entiendo---Le sonrió su hermano.

---Bueno...alomejor si nos dices que fue lo que pasó podríamos descubrir que es lo que te está pasando---Sugirió, con un tono suave, Angelo.

---Es que....¿¡es complicado, vale!?---Dijo exaltado---Ni yo mismo se que pasó---Dijo frustrado, para después respirar hondo.

---Muy bien, nosotros estábamos hablando normal, pero llegó un momento en el que vi como Leon se ponía todo rojo, ¡así de la nada!---Empezó a explicar, los otros dos presentes escuchaban atentamente lo que Leo decía, uno se tapó la cara para ocultar una sonrisa, su hermano no disimulaba nada---Y pues me asusté, porque pensé, ¿Y si tiene fiebre?, entonces me le acerqué para comprobarlo, pero al parecer no tenía fiebre...---Se quedó callado después de decir eso.

Mi Amorío InterdimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora