Calificación: Explicito
Miembro: Jungwon
"STAINED GLASS WINDOWS"
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Los domingos son tus días felices.
Un bonito vestido, las vidrieras, la charla en voz baja entre los feligreses: estas eran todas las cosas que esperabas al final de la semana.
Tu madre siempre había estado orgullosa de lo involucrada que estás en tu fe, colmándote de palabras amorosas antes de acostarte cuando eras pequeña, llamándote 'Su ángel favorita y la de Dios'. sonreirías y sentirías una sensación de vértigo. El ángel favorito de Dios. ¿Puedes creerlo? Te aseguraste de usar eso como una insignia de honor.
Y luego creciste, fuiste a una escuela más grande, conociste gente diferente a ti. incluso aquellos que sabías que eran como tú, devotos y obedientes a sus padres y a Dios, parecían haberse desviado por el camino de las fiestas, las bebidas y lo impensable. es decir, sexo prematrimonial.
Nunca entendiste el atractivo de todo esto. tu fe y Dios fueron suficientes. No era necesario participar en tales actos para sentir algo. Lo sentiste en cada momento de vigilia.
Hasta que llegó un momento en que estuviste convencida de que el se había ido por completo.
Hasta que los domingos dejaron de ser tus días felices. Todos los días estaban desprovistos de felicidad.
Tu padre falleció repentinamente, dejándote a ti y a tu madre a su suerte. Viste a tu madre llorar, afligida sola, sola en tu habitación. Fuiste a la escuela y viste la emoción en los ojos de tus compañeros, hablando de una fiesta aquí y comprando bebidas allí.
Casi cedes. cualquier cosa para dejar de pensar en tu padre.
Pero eso fue cuando tu madre pasaba casi todos los días en la iglesia, a pesar de que estaba casi vacía todos los días excepto los domingos. Sin nada mejor que hacer, te uniste, y empezaste a sentirlo nuevamente.
Sabías que Dios había regresado de verdad cuando tu madre se hizo amiga de un recién llegado a la iglesia, un hombre de negocios que recientemente se mudó a su ciudad, arrastrando a su hijo.
El señor. Yang, como supiste más tarde. tenia un hijo.
Jungwon.
Jungwon tenía una sonrisa fácil, y cada vez que lo hacía aparecían profundos hoyuelos. Te estrechó la mano con un apretón vacilante, con las palmas tersas y suaves. Tenía ojos que parecían brillar.
Las estaciones cambiaron, los meses se convirtieron en años, y tu madre y el Sr. Yang se casaron.
Viste cómo la vida regresaba al rostro de tu madre, echando sus hombros hacia atrás, suavizando las arrugas de su rostro curtido.
Los domingos volvieron a ser tus días felices, ahora que el Sr. Yang y Jungwon estuvieron en vuestras vidas.
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Jungwon es el ejemplo del hermano perfecto. o al menos eso es lo que piensas.
Han pasado un par de años desde la boda de tus padres y Jungwon fue nada menos que complaciente. Él era amable, siempre te permitía elegir primero cualquier comida que prepararan tus padres y se ofrecía a hacer las cosas por ti.
