ATRAPADAS EN LA PENUMBRA

Capítulo 21

Capítulo 21

—Tiffany, Jimin dará la orden para que no nos lastimen, pero a cambio tenemos que decirle todo sobre nosotras —Dijo Jennie. —Cuando digo todo, es todo.

Tiffany miró a su hermana de cierta forma sorprendida, pues en ningún momento habían hablado de contarle algo al príncipe. Se sintió de cierta forma pasada a llevar, aunque quizás la idea primeramente había surgido de Jimin, y Jennie no tenía la culpa de ello.

—Y bien, no tengo toda la noche, comiencen. —Dijo el príncipe. —Quiero que me convenzan de que realmente pueden ayudar a mi padre, y así daré la orden para que no las lastimen.

—Bueno, no es que podamos hacer algo en concreto, pero podemos formular un plan. —Dijo Tiffany un tanto nerviosa.

—Tiffany, por favor —Pidió Jennie. —Hay que decirle la verdad.

—Jennie, aunque así digamos algo, no podemos usar nada.

—¡Pueden dejar de hablar como si yo no estuviera! —Grito con cierto fastidio. —¡No les rogaré que me cuenten, pero ustedes no podrán andar libremente por este reino!

Iba directo a la puerta, no quería perder el tiempo con estupideces, pero Jennie se puso delante de él.

—Tienes que escucharnos

—Jennie, en este momento tengo poca paciencia, así que no fastidies, mi padre esta secuestrado y no perderé el tiempo aquí con ustedes

Tiffany se debatía si en contarle o no todo sobre ellas, pero finalmente concluyó que era lo mejor, al final de cuentas habían perdido todas sus habilidades al llegar a este mundo.

—Te contaré todo

Jimin se giró y la miró.

—Comienza —Dijo serio.

—Somos princesas de los vampiros, vampiros vulcanix —comenzó a contar. —Llegamos a este... —Jimin la interrumpió en ese momento.

—¿Vulcanix? —Preguntó sorprendido.

—Si, ¿Por qué? —Preguntó Tiffany

—Continua —Dijo el príncipe. —No omitas nada.

—Llegamos a este reino por medio de un libro que encontramos enterrado, en aquel libro decía que las noches de luna llena, en el monte sagrado se abría un portal hacia otra dimensión. Fuimos a aquel monte y lo que encontramos fue un árbol luminoso, aquello nos llamó la atención y decidimos tocarlo, finalmente aparecimos en este mundo, el resto ya lo sabes. —Dijo finalmente.

—Háblame de tu raza, quiero saber todo.

—Pues bebemos sangre, solo de eso nos alimentamos, algunos vampiros poseen diferentes habilidades, con Jennie tenemos la habilidad de la velocidad, pero al llegar a este lugar la perdimos.

—¿hay algo más que debo saber? —Preguntó el príncipe. Tiffany negó. —¿Hay algo más que debo saber? —Preguntó nuevamente, pero esta vez mirando a Jennie.

—Podemos controlar el fuego, aunque en nuestro mundo aquello está prohibido, quien practique aquello es sentenciado a muerte.

Tiffany suspiró profundo, no esperaba que su hermana contara aquello.

—¿Y por qué? —Preguntó Jimin.

—Porque es peligroso —respondió Tiffany

—El fuego no es peligroso mientras sepan controlarlo.

—Aunque aquello no es la razón principal —Dijo Jennie. —Los vampiros son una raza y los Vulcanix son otra raza, hace algunos siglos ambas razas se mezclaron y nacimos nosotras, bueno nuestra raza vampiros Vulcanix.

—Los Vulcanix son una raza que controla el fuego —Agregó Tiffany. —Mejor dicho, eran.

—¿Eran? —Preguntó el príncipe.

—Aquella nueva raza que se formó, se encargó de exterminarlos a todos.

—Antes de que acabaran con todos, un vulcanix lanzó una maldición sobre aquella nueva raza, donde decía que, si controlaban el fuego, el techo sobre sus cabezas ardería. —Dijo Jennie. —Todo esto fue muchos siglos antes de que nosotras naciéramos, tenemos entendido que los vampiros vulcanix no creían en un comienzo en esa maldición, y siguieron utilizando el fuego, pero cuando menos se lo esperaban, la maldición de aquel hombre se cumplió.

—Es por ello que el rey de aquel tiempo, prohibió utilizar el fuego, y así fue por generaciones.

—Ahora entiendo todo —Dijo Jimin mirándolas a ambas. —Es por eso que no se pueden desintegrar

—¿De que hablas? —Preguntó Jennie.

—Nosotros podemos desintegrar a cualquier ser vivo, y con ustedes no pude, todo tiene relación con los Vulcanix

—No entiendo que tiene que ver aquello —Dijo Tiffany. —Además ellos se extinguieron hace mucho, es como si nunca hubieran existido.

—Pero existen

—No te entiendo, te acabamos de decir que... —No pudo terminar, pues el príncipe la había interrumpido.

—Los Vulcanix existen en este mundo.

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