Aviso: Gracias por sus lindos mensajes y comentarios, las tqm. Hoy me siento mejor!!!!
𝚇𝚇𝚇 𝚃𝚛𝚊𝚝𝚘 𝚑𝚎𝚌𝚑𝚘
𝘠𝘰 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘶𝘪𝘥𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴
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Wolfgang y Mila sonrieron ampliamente viendo ante sus ojos el bonito duplex lujoso en el centro de Bangkok, no era muy grande pero era suficiente para ambos, o más bien, para ella porque habían tomado la decisión de que Wolfgang viviría en el apartamento de Kim e iría a visitarla todos los días, al menos hasta que todo estuviera solucionado.
– Me gusta, tiene potencial – comentó Mila caminando por el salón – Podemos poner unas hermosas pinturas aquí.
Wolfgang sonrió – Sí, y podrás traer a tus nuevos amigos cuando entres al colegio.
Mila se mordió ligeramente el labio, Wolfgang sabía que Mila no era una persona tímida pero si era demasiado desconfiada para las amistades.
– Oye, estarás bien – le dijo acariciándole el cabello – Si alguien se mete contigo, tendrá que vérselas conmigo.
Mila suspiró – Y con Chay, ahora es como mi otro hermano mayor – dijo riendo, y ni hablar de Kim y su peculiar temperamento pasivo-agresivo... Mila ya comenzaba a conocerlos.
Wolfgang sonrió y antes de que pudiera decir otra cosa, su celular sonó. Contestó sin mirar de quien se trataba, usualmente porque nadie tenía ese teléfono... recordó haberlo cambiado cuando se marchó a Moscú, su viejo teléfono se lo había dado a Mila.
– ¿Hola?
– Hijo – la voz de Dmitry resonó en ruso – Que maravilla escucharte de nuevo.
Wolfgang miró a Mila sonriente admirar la cocina, a ella también le gustaba cocinar, Wolfgang le había enseñado un poco sobre repostería.
– Papá – Wolfgang miró por el ventanal del apartamento, su voz se tensó.
No le sorprendía, de hecho, era cuestión de tiempo que su papá lograra comunicarse con él...
– ¿Que está sucediendo, Wolfgang? – preguntó con una calma aterradora – Dejaste todo tirado, tu hermana se fue de la casa, ¿desde cuando existe este desorden en nuestra familia?
Wolfgang sonrió negando ligeramente, era el colmo.
– Desde que tu hijo mayor intentó matarme y usó a mi hermana como carnada para matar a una persona importante para mi – contestó mordaz – ¿Por qué mejor no le preguntas directamente a él?
– Wolfgang, se te olvida quién eres. No importa la calamidad, no puedes huir – dijo – Seguramente, Kimhan Theerapanyakul entenderá que tu decisión no fue la mejor, así como tú, él está comprometido con su familia.