Unfortunate events | Hyunsung ; Minsung

여섯

Jisung y Minho siguieron a Hyunjin como un par de pingüinitos, aunque debía ser al revés, ellos deberían liderar el camino ya que ellos eran los que pintarían.

El menor de los tres estaba más callado de lo habitual, el beso con lengua que le había dado su novio lo dejó en shock, con mariposas en el estómago y un sentimiento que aún no podía decifrar.

—Bien, bebé.

Hyunjin le había hablado, aparentemente ya habían llegado al lugar acordado, no se había dado cuenta. Empezaba a pensar que a Hyunjin le gustaba ponerle apodos cuando estaban con personas alrededor, normalmente no lo llamaba por apodos, pero empezaba a acostumbrarse y si dejaba de hacerlo se pondría triste, él se conocía muy bien.

—Sí, Jinnie. —respondió con una sonrisa tímida.

El mayor lo miró y lo atrajo hacia sí, agarrándole la cintura con delicadeza mientras dejaba besitos por toda la extensión facial del menor y este soltaba risitas.

—Aún tengo entrenamiento, no quiero dejarte, pero me regañarán si no voy. —dijo con una expresión triste mientras le dedicaba una mirada seria a Lee.

—Ah, sí. No te preocupes Jinnie, gracias por ayudarme con el galón de pintura.

El menor lo dudó, pero le besó la nariz al rubio. Hyunjin lo miró sorprendido —porque Jisung nunca daba la iniciativa con estas cosas— y luego lo abrazó con una sonrisa para después alejarse para llegar a su entrenamiento, no sin antes mirar raro a Minho.

Minho bufó con sus manos en su cadera.

—Presumido. —murmuró.

—¡No le digas así!

—Sí, sí, como digas, "bebé". —se burló.

Jisung sintió sus mejillas enrojecer y miró mal al mayor para concentrarse en el gran trabajo que venía.

Estuvieron ahí aproximadamente dos horas, estaban muy agotados, les faltaba más de la mitad, y no tardaron en alegrarse cuando llegó Dongha y les dijo que no debían preocuparse, que él lo terminaba porque a ellos como estudiantes que hacen servicio y son únicamente dos sólo debían pintar la mitad del muro.

Así que ahora ambos salían baño después de haberse limpiado las manos y quitarse esa vestimenta que ahora estaba de sudor.

—Te imaginas que hubiéramos tenido que terminar el muro sólo nosotros dos, y que terminaramos haciendo un desastre para que el director se moleste más y nos mande a pintar otro muro más grande. —el mayor rió. —Hubiera sido épico.

—No lo invoq-

—Joven Lee y Joven Han.

—¡Sí!

Ambos respondieron al unísono al llamado del director tras ellos, quedaron paralizados, realmente ya no querían hacer más servicios, y aunque Minho veía todo como a un juego también estaba muy agotado por estar pendiente de un muro desde su primer día de clases.

Terminaron el la dirección firmando un papel que decía que si habían hecho el servicio y estarían en detención por dos fines de semanas, empezando desde el viernes.

—Todo es tu culpa, invocaste al director Park. —susurró Jisung mientras ambos se dirigían a la salida de la dirección.

—Como digas, Han.

Sólo quedaban unas horas de clase y podrían irse a sus casas finalmente.

Jisung no quería volver a entrar a la escuela, pero estaba condenado desde el momento en que decidió nacer, aunque realmente él no lo haya decidido.

Entraron a la clase que les correspondía a esa hora, con algunas miradas encima, pero hasta ese punto a ninguno de los dos le importaba, estaban muy agotados, querían dormir.

Se dejaron caer sobre sus asientos sin cuidado y alzaron con pereza su mirada cuando entró la profesora de analítica, realmente Jisung no sabía porque existía esa clase.

La clase fue relativamente interesante, pero Jisung lo único en que podía pensar es que quería llegar a su casa y acostarse en su c-

—Han y Lee, son pareja para realizar el trabajo, anótense en la lista.

—¿Qué? ¿Qué trabajo?

—Que bueno, Han. Veo que presta mucha atención a la clase. Tendrá que esperar a que un compañero le explique, porque no pienso explicar a alguien que no preste atención en mi clase.

—¿Cuál gallo pintado? —murmuró Minho despertando de la siesta que se había echado en plena clase.

—Prestó mucha atención usted también, ¿verdad?, ¡Que juventud la de hoy en día! —exclamó la profesora Kim para volver a su asiento. —Vayan pasando las hojas hacia atrás para que se vayan anotando.

Jisung miró el papel en la mano, no entendía, pero no quería hacer un trabajo con Lee Minho, ya lo había aguantado por dos días, pero más fuerte era el miedo que le tenía a la profesora Kim, así que se apresuró a escribir su nombre en el papel con el de su compañero de pupitre y luego pasar la hoja a Seungmin que se sentaba detrás. Después le preguntaría a este de que se trataba la tarea, justo ahora no podía pensar.

Minho se recostó nuevamente a la mesa y sin abrir sus ojos preguntó: —¿Qué es lo que vamos a hacer? ¿De qué era eso?

—No lo sé, tampoco presté atención.

Minho río.

—Esto no es gracioso.

—Lo sé, pero eso lo hace más gracioso.

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