Aviso: Supongo que ya saben lo que van a leer jaja contenido +18
𝚇𝚇𝚇𝙸 𝙳𝚘 𝚒𝚝 𝚏𝚘𝚛 𝚖𝚎 +𝟷𝟾
𝘛𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘦𝘴 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘨𝘳𝘪𝘵𝘢𝘳
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Lo único que podía sentir eran los labios de Wolfgang besar los suyos ágilmente, robándole el aliento, las manos de Kim acariciar su abdomen desnudo, su cintura y su pecho, y esos labios tibios besar todo su cuello, definitivamente, su mente estaba en blanco en esos momentos, y la discusión que habían tenido hace poco estaba completamente olvidada.
Honestamente, ¿para qué discutir? Se amaban, y viéndolo desde el punto de vista, siempre llegarían a un acuerdo, incluso cuando no estuvieran realmente seguros, después de todo, solo eran los tres y así seguirían porque no había nada que quisieran más.
Wolfgang comenzó a bajar por la mandíbula dando besos y pequeñas mordidas mientras sus manos se enterraban en la piel de su cintura.
– Podemos parar en cualquier momento, bebé – dijo Kim dándome besos en los hombros – Tú solo tienes que decirlo.
Ni loco detendría algo tan bueno como esto – Realmente, quiero seguir – susurró, cerró los ojos cuando Wolfgang lamió suavemente su pezon izquierdo – Quiero sentirlo todo, quiero todo de ustedes.
Era hermoso la manera que se preocupaban por él y es que a Chay le encantaba que lo cuidaran (no en el ámbito de la mafia) pero si entre ellos, de esa manera tan limpia y bonita.
– Está bien, en ese caso... – Kim dejó su espalda para ponerse junto a Wolfgang, ambos lo miraron con los ojos oscuros – Vamos a hacerte sentir muy bien, bebé...
Kim tomó la mano de Wolfgang y la de Chay y los dirigió a la espaciosa cama, una vez allí colocó a Chay en frente de ambos.
– Eres tan jodidamente sexy, Chay – susurró Wolfgang llevando sus manos a la hebilla del pantalón de Porchay – ¿Puedo quitar esto, bebé?
Chay asintió rápidamente. En medio de los besos abrumadores, porque parecía que su cerebro se derretía cuando ellos lo besaban, cuando lo tocaban, poco a poco, la ropa fue desapareciendo, ya se habían visto desnudos en otras ocasiones pero Chay sabía que esa vez no solamente serian mamadas, de verdad estarían juntos, juntos y su estomago se encogió deliciosamente de solo pensarlo. Chay se atrevió a quitarle la camisa a Kim entre besos húmedos mientras Wolfgang le bajaba los pantalones salpicando besos en sus piernas, después ellos mismos se deshicieron de las prendas restantes dejando a Porchay en medio.
– Dios... me encanta ese culo tuyo – ronroneó Kim besándole el cuello mientras tomaba su trasero y lo apretaba con fuerza enviando un delicioso escalofrío por su espalda. Wolfgang metió sus dedos en el bóxer y comenzó a deslizarlo lentamente rozando las piernas de Chay y luego quitando por completo, ahora estaban completamente desnudos...