CAPITULO 56 BUTTERFLY

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Este capítulo contiene un tema delicado como es el suicidio, espero que haya abarcado bien el tema. Ya que es un tema sensible.

"No estás sol@, aunque te sientas triste, desesperado o cansado, recuerda que eres un rayito de luz en la oscuridad de alguien, no te apagues"

EVANGELINA

Siento sus manos tocar mi cuerpo, me remuevo para evitar que lo haga. No quiero que me toque.

-No, no me toques – Le grito, desesperada.

Los recuerdos de aquel oscuro secreto regresan como una ráfaga de viento que golpea mi pecho, sus manos, sus labios, su miembro destrozando mi pequeño cuerpo, sus gemidos, sus gruñidos hacen eco en mi cabeza, cada noche, venía a visitarme, cada noche se apoderaba de una parte de mi alma y me dejaba vacía.

-Ya no más – Digo sollozando – Detente.

Por más que suplico no lo hace, por más que ruego que pare, como siempre ignora mis ruegos. Con cada toque, siento que parece un demonio nuevo. Con cada caricia muero lentamente, solo soy un caparazón vacío, estoy dañada, herida, simplemente soy un muerto que puede caminar.

-Dile que se tenga – Suplico juntado mis manos – Dile que ya no quiero que haga esto. Quiero que pare ¡Por favor!

Su sonrisa se dibuja en sus asquerosos labios, sigue gimiendo, le da placer verme rogar, le da satisfacción romperme.

-¡Por favor! Detente – Le digo en un último intento.

Ya no puedo resistir más, quiero que esto acabe, quiero que pare de destruirme.

-Que rica eres cachorrita – Otra voz se hace presente.

-No, no, no – Grito nuevamente – Aleja tus manos de mí. ¡Basta! Duele...

Me muevo desesperada. No sé qué hice en la vida para merecer todo esto, tanto sufrimiento, tanto dolor, está acabando conmigo. Solo quiero cerrar los ojos y descansar, solo un momento.

Mi estrella.

Su voz se mantiene presente, es mi ancla en la realidad, mi lugar seguro. No me puedo rendir, nunca lo he hecho.

Siento como me destrozan el cuerpo, como se burlan y me profanan.

-¡Basta! – Grito con todas mis fuerzas.

Me aferro a su oreja y con mis dientes aprieto lo más fuerte que puedo, siento como desgarro con mi agarre su carne y el sabor metálico de su sangre inunda mi boca.

-¡Agust! – Digo cuando veo al chico de ojos miel – Viniste.

Es lo último que recuerdo, todo se vuelve oscuro y otra vez estoy sola, en aquel espacio donde no hay luz y donde todos mis demonios vienen a buscarme. Ya dejaron de asecharme en sueños, ahora se convirtieron en recuerdos, de una infancia dañada.

-¡Despierta! Mi estrella despierta – Esa voz me llama de algún lugar.

Mi corazón late, todos mis sentidos se alertan y sigo aquella voz. Poco a poco abro los ojos y me encuentro con los ojos que me ponen a suspirar.

-Estas aquí... - Le digo con una leve sonrisa.

-Siempre juntos ¿Lo recuerdas? – Me dice. lleva su mano a mi mejilla.

-En este infierno y en el otro, pero siempre juntos – Sigo la frase que me dijo aquella vez.

Mis lágrimas comienzan a rodar por mi cuerpo. Su suave toque tensa mi cuerpo, siento asco de mi misma, siento repulsión por mi cuerpo, no merezco que él tenga a alguien tan dañado a su lado, estoy sucia.

DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora