Petunia y Eris en poco tiempo se volvieron mejores amigas, cosa que parecia imposible ya que la primera podia ser mandona pero Eris sabia como controlarla.
Compartia su espacio favorito con su inusual amiga, muchas veces comian en la casa de la tia Meridia.
Petunia hablaba de sus padres y como era tedioso cuidar de su hermana. Agradecia ese tiempo juntas, Eris componia canciones y Petunia escuchaba atentamente.Algunas veces Petunia trataba de invitarla a su casa pero Eris jamas aceptaria, no sabria como hablar interactuar con sus padres y su hermana Lily.
Se encontraban como siempre una al lado de la otra sentadas en una banda, el cielo despejado y con un sol brillante. Donde estaban habia sombra.
-Tendre que volver a esa estupida escuela- hablaba la pelinegra mientras se sacudia el vestido.
-No creo que sea tan malo- titubeo
- Habla la que corrio como si hubiera visto un fantasma la primera vez que nos conocimos- solto su risa al ver como Eris se sonrojaba -Las vacaciones se acaban- tomo la mano de su amiga -Me alegro conocerte, se que cuando regrese estaras aca-
-Petunia eso, no crei que fuera para tanto- bajo sin darse cuanta la cabeza y comenzo a mover los dedos nerviosamente.
-Escuchame bien Eris que no lo repetire, nunca veas hacia abajo y sentir te menos que otros- levanto la cabeza para poner mejor atencion a su amiga - Cuando lo hagas sin titubear ni sonrojarte estare esperandote con los brazos abiertos en mi hogar- sonrio calidamente.
Eris sabia que Petunia no era de expresar palabras tan hermosas y expresivas por lo que respecto y no hablo mas. Como cada vez que regresaban Petunia era la primera en llegar a casa, se despidieron levantando el brazo. Empezaba a ocultarse el sol por unas nubes grises, no tuvo prisa. Amaba la lluvia y no le molestaria conectarse con la tierra mojada.
Su deseo no se hizo esperar, gotas cayeron empapando todo a su paso, comenzo a observar los arboles ser decorados por ese cristalino liquido. Sabia que tenia que regresar ya pero antes hizo una parada mas.
Corrio hasta el lago, resbalo pero se levanto sin importar su atuendo. Ahi miro como el lago se sacudia por el viento y la lluvia. No fue a su refugio, queria ver los peces que aprovechaban los dias lluviosos para saltar y atrapar a los insectos.
Ahi estaba aquel viejo tronco, no se habia fijado que adentro de el habia espacio para ella. Se sento ahi y observo atentamento, mientras su cabello se pegaba a sus mejillas.Escucho una rama romperse, decidio no moverse. Al rato escucho como una roca grande fue tirada al lago.
-Tranquilo, ya veras que acabara-
-¡No! -
La primera voz le fue familiar, sabia que debia retirarse pero le ganaba mas la pena de ser observada y juzgada al salir de su escondite.
-Vamos a casa, te resfriaras-
-¡No ire si esta él!-
Se movio para ver como la mujer de cabello negro le hablaba a un niño con su mismo color de cabello.
-Escuchame si no regresas sabes que ocurrira- se escuchaba desesperada.
-¡Estoy harto, no le hacemos nada y él... - una lagrimas resbalo por su humeda mejilla.
-Severus por favor, si él sale te hara daño-
Eris queria morirse, no entendia pero sabia que era una situacion mala, si solo hubiera ido a casa no estaria atrapada. Estaba agachada, sus piernas empezaban a doler. Cerro los ojos para ver si eso la ayudaba en algo pero era imposible.
ESTÁS LEYENDO
¡Algo mas sencillo que la vida!
RandomLo que mas la lastimo no fue el rechazo, las traiciones, ni siquiera el dolor. Fueron sus propias acciones, juro nunca ser un monstruo pero hasta el ser vivo mas vulnerable sabe cuando debe mostrar su garras para sobrevivir.