El viento se sentía gélido ahora que todos habían escuchado aquellas palabras que los habían conmocionado.
— ¿Qué tú mataste a Tetsu? —hablo entre dientes Aomine —. ¡No me jodas! —grito mientras se acercaba a todo prisa hasta la shinigami.
Pero antes de si quiera estar a centímetros de ella, la chica hizo aparecer una katana; el filo de la cuchilla era tal que podía cortar cualquier cosa aunque esta no se encontrara cerca, la empuñadura era de color negro y que de este colgaba un lazo azul. Aomine se detuvo en seco el ver la punta de la katana tan cerca de su cuerpo. Ella comenzó hacer con su dedo índice una señal de negación mientras le sonreí tan abiertamente.
—Aomine Daiki, sí que eres atrevido al querer golpearme.
Este sólo chisto antes de regresar junto a los demás. Momoi se aferró a él, había comenzado a temblar, al igual que algunos presentes. Himuro se acercó a Murasakibara y Takao se encontraba agarrando del brazo de Midorima
Shin suspiro antes de hacer desaparecer su katana.
— ¿P...p...por qué m...mataste a K...kuro-chi? —pregunto temeroso Murasakibara, mientras se aferraba a Himuro.
Ella dirigió su vista a Murasakibara e intento aguantar una risa pero esta salió despavorida de su boca. Todos la miraron interrogante.
— ¿De qué te ríes? —pregunto Midorima.
—Oh sí. Disculpen, disculpen —dijo tapándose la boca con su manos —. Pero es que lo que dijo Murasakibara Atsushi fue... oh maldas, fue tan gracioso que no me pude contener —volvió a carcajear.
—¿Maldas? —susurro alzando una ceja Kise.
Kagami al escucharlo se encogió de hombros.
—¡Me harte de esto! —gritó Momoi inflando sus mofletes —¡Dinos de una buena vez ¿quién rayos eres?, ¿cómo es que lo conoces? Y ¿por qué te lo llevaste?! —dijo lo último en susurro.
Todos, hasta la shinigami, se habían sorprendido de la rabieta de la chica. Shin se colocó una mano en su barbilla mientras pensaba.
—Está bien les contare toda la historia, al fin de cuentas no rompería ninguna cláusula del contrato y... —los miro de reojo con malicia —, perforar su alma un poco no me sentaría mal —tomo asiento encima de la lápida y con sus manos les indico que tomaran asiento enfrente de ella. Se miraron a los ojos algo dudosos, pero al ver como Akashi, resignado, tomaba asiento en el pasto, los demás lo imitaron —. Muy bien... —comenzó —. Conocí a Tet cuando iba a la primaria, lo encontré por casualidad, ya que me encontraba en época de recolección y desde ese día estuve con él siempre...
—¿Cuidabas a Kuroko? —interrumpió Kagami.
Shin se volvió a colocar una mano en su boca para detener su risa.
—Sí que son gracioso —aparto su mano y suspiro —. Como decía. Desde que había encontrado el alma de Kuroko, él se volvió mi adoración, mi obsesión. Su alma era tan pura, fuerte, luchadora, sincera e inquebrantable. Era el tipo de alma que cualquier shinigami como yo nos gusta encontrar; ya que nos gusta llevar a nuestras victimas hasta el límite, ver como su alma se desgarra —comenzó hacer alemanes con sus manos —, se doblegan ante la desesperación y el miedo, ver como se rompen poco a poco, para al final tomarlas y —acerco sus manos a la boca, lo que provoco en los espectadores miedo y asco. Bajo sus manos —. Para mi mala suerte el alma de Kuroko era sumamente inexpugnable o al menos eso creí hasta que llego la época en la que entro a la secundaría. La secundaría Teiko —la generación de los milagros se miraron de reojo —. Era buenos tiempo —continuo con aires nostálgicos —. Los primeros días en que entro al club de básquet fueron muy difíciles para él y más por Ogiwara, ya que no le quería fallar —hizo un mohín —. Pero a pesar de todo eso su alma seguía sin estar dañada, ni siquiera un rasguño, y su alma se hizo más fuerte cuando Akashi le dio una oportunidad —comento sarcástica y señalando al susodicho —. Pero —esta vez sonrió —, también gracias a él es que estamos aquí —Akashi y los demás expandieron sus ojos de la impresión —, bueno, no sólo él claro, también todos los demás de la generación de los milagros, por favor denles un aplauso —ella comenzó a aplaudir, pero nadie más lo hizo. Los mencionados bajaron su cabeza avergonzados y enojados. Akashi mantuvo su mirada en alto, pero en sus ojos reflejaba molestia —Ash, que aburridos son —se quejó mientras se acomodaba sus cabellos —. Prosigamos con la historia. Aunque, bueno, ya la conocen. Se hicieron más fuertes, dejaron de trabajar en equipo, se apartaban unos de otros, se creían invencibles y dejaron de lado todo aquel que no se encontraba a su altura, etcétera, etcétera, —comento rápidamente mientras movía su mano en círculos —. Gracias a sus acciones el alma de Tet pudo rasgarse un poco cada día y ni siquiera tuve que hacer algo —sonrió falsamente, los chicos levantaron su vista y ella cambio su sonrisa a una de rabia —. Ni siquiera tuve que hacer nada —repitió entre dientes y apretando sus puños con fuerza, incrustándose sus filosas uñas en la palma de su mano —. Lo cual fue una molestia. ¿¡Saben lo horrible que es para un shinigami ver como el alma que ha estado intentado corromper por años, es lastimado por otros que no es él!? ¡Y que para peor! ¿¡Estos sean humanos!? —dijo cariaceda. Se levantó de donde estaba y a su alrededor comenzaron a salir pequeñas llamas de color rojo vivo, lo que causo temor en sus espectadores. Cerro sus ojos y suspiro. Las llamas comenzaron a desaparecer y ella volvió a tomar asiento —. A finales de su último año Tet había visto mi verdadera forma de shinigami, lo cual fue lo peor —junto sus manos con fuerza —. Cuando un humano ve la verdadera forma de un shinigami está condenado a morir en ese instante. Así que cuando Tet cruzo una calle fue atropellado por un camión —ella apretó sus dientes —. El que conducía ese maldito cacharro de metal ni se había dado cuenta y las personas presentes tardaron en notar el pequeño cuerpo de Tet que estaba tendido en el suelo desangrándose —las llamas volvieron a rodear el cuerpo de la chica, lo que hizo que sus receptores se alejaran por el calor que estas emitían —. Cuando al fin un mugre humano había llamado para pedir ayuda ya había sido tarde. Él estaba muerto. Muerto. Aunque hubiera estado dentro de un hospital, el resultado era el mismo —empezó a inhalar y a exhalar para bajar las llamas las cuales se hicieron más pequeñas —. Recogí su alma y lo lleve a donde vivimos los shinigamis. Maldas.
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Buscándote #PremiosKnB2017
FanfictionAl fin la Winter Cup a terminado y Serin a ganado y para celebrarlo se ha organizado una fiesta en la casa de Akashi Seijuro. Todos están invitados. El instituto Kaijo, Shutoku, Too, Seiho, Yosen, Alexandra García y hasta el amigo de la infancia de...