2.

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A la mañana siguiente camino hacía la cafetería de la empresa, allí se encontraban dos empleadas hablando sigilosamente entre sí, las cuales pudo reconocer de inmediato.

— ¿Y se fue con ella? — Escucho susurrar a la peli marrón con asombro, mientras que la contraría solo asentía.

Al ver que ambas no habían notado su presencia decidió carraspear su garganta, llamando la atención de las femeninas.

— ¡J-Jefe! Buenos días. — Saludó con nervios.

— ¿Gusta un expreso o un capuchino tal vez? — ofreció la peli blanca con una sonrisa incómoda.

— Solo un café sin azúcar. — Pidió sentándose en un sillón que estaba allí, esta asintió y se volteó para preparar el café.

— Y.. — Empezó la castaña intentado sacar tema de conversación — ¿Amy no ha llegado? — preguntó curiosa, aunque la respuesta era obvia. Rouge inmediatamente le fulmino con la mirada.

— No, por eso vine yo mismo. — Respondió tecleando en su teléfono, con el seño levemente fruncido.

— Listo, un café, como lo pidió. — Se acercó la oji azul con la taza de café en sus mano, se la entregó y camino de vuelta al lado de su amiga.

— Gracias. — le dio un pequeño sorbo a este, luego se levantó de su asiento dispuesto a irse. — Si llegan a verla diganle que la espero en mi oficina.

— Claro.

En el camino notó como varios de los oficiales y empleados lo miraban con curiosidad, supuso el porque así que se ahorro el trabajo de fulminarlos con la mirada y siguió caminando hacía la puerta de su oficina, cuando llegó se encerró y colocó su cabeza en su escritorio.

Los recuerdos de la noche anterior no se iban, era irritante ya que no podía dejar de pensar en ello y mucho menos dejar de pensar en ella y sus suaves labios.

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Ella lo sostuvo de las mejillas para profundizar más el beso, y aunque Sonic al principio intentó separarse poco a poco fue sediendo, hasta que finalmente correspondió el beso.

Algo se había apoderado de él, tanto que la tomó de las caderas y de sus púas, y con cuidado de no lastimarla la colocó debajo de él. Sus labios se besaban con fluidez, de forma lenta y suave, pero con el paso del tiempo ese beso calmado se estaba convirtiendo en una guerra de lenguas, donde aunque él lo quisiese, no podía separarse. La falta de aire se hacía presente cada vez más, pero se negaban a separarse, hasta que ella lo hizo para tomar una bocanada de oxígeno, su pecho subía y bajaba con rapidez y sus ojos permanecían cerrados. Sonic solo la mirada expectante mientras también trataba de recuperar el aliento.

Cuando sus respiraciones se calmaron, ambos se miraron, sin perder más tiempo volvieron a unir sus labios esta vez en un apasionado beso, donde el erizo agarró con fuerza la pierna de la eriza y la paso por su cadera, juntando sus pelvis en el proceso. Las manos de Amy se dirigieron al pecho del cobalto e intento desbotonar su camisa pero sonic la detuvo.

— Esto no esta bien. — Pronunció con la voz agitada. Como pudo logró sentarse en el puesto de piloto mientras que a ella la acomodó en el asiento de copiloto. — Te llevaré a casa. — soltó, pero antes de que pudiera encender el auto Amy colocó su mano encima de la suya, haciendo que él girará a mirarla.

— Por-favor, so-lo disfru-temos un po-co más. — Pidió acercándo sus labios a los de él, Sonic aunque quería negarse, no pudo resistir la tentación de sentir nuevamente sus labios. Quería besarla por última vez, ya que sabía que a partir de mañana, su relación seguiría siendo laboral.

𝑇𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 - 𝑠𝑜𝑛𝑎𝑚𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora