Capítulo II: Tropezar con la misma piedra dos veces

4 1 0
                                    


Narra Sooji

—¿Qué haces aquí?— Era consciente que no era la persona que Hanbin agradecería toparse en estos momentos, en ningún momento realmente, pero no entendía por qué era tan pesado.

—Qué amable te volvió la compañía— respondí con ironía tomando mis pertenencias y me levanté. Él también se incorporó.

—Lo siento, es un mal día y tuviste la mala suerte de chocar conmigo... ¿Por qué me buscas?— Me tendió el teléfono y se rascó la cabeza.

—Quería hablar contigo. Bueno, más bien quería pedirte un favor— Desvié la mirada.

—Bueno... ¿Qué quieres?— Si no deseara tanto esta oportunidad ya le habría estampado las libretas en la cara, pero no había marcha atrás. Él podía darme la oportunidad que yo necesitaba.

—Déjame ser tu bailarina para el festival— De todas las cosas que pude haberle pedido, seguro está fue la que menos esperaba por qué sus ojos estaban por salir del lugar en que siempre se encontraban y juraría que dejó de respirar unos segundos. La cara que tenía denotaba sorpresa, parecía que estaba viendo a un duendecillo bailar frente a él.

— Jamás— Sonrió sin mostrar los dientes y se dio la media vuelta dispuesto a irse, acción que interrumpí tirando de uno de sus brazos.

—Piénsalo, soy tu mejor opción. Sé que esperar contigo— Él iba a contestar, pero lo interrumpí— ¿Quién más podría aguantar tu carácter aparte de mí y de...? —El volteo y me miró advirtiendo que tuviera cuidado con lo que iba a decir, pero no sabía quién más podía soportar a "Hanbin EL coreógrafo"— Al menos que estés pensando en Jennie Kim no sé quién más pueda no salir llorando de un ensayo contigo.

— No sé de qué hablas —Toque fibras sensibles, pues frunció el ceño y su cara enrojeció.

— Solo quería recordarte que muy pocas personas, soportamos tu ritmo de trabajo. Jennie es de los pocos que saben lidiar con eso. Además... ¿no la consideras la encarnación de Terpsícore? O algo así — Los seguía por los pasillos, aunque sus largas piernas me dificultaron el permanecer lo suficientemente cerca, pero después de escuchar lo que acababa de decir paró en seco.

—¿Cómo sabes lo de...? —

—Bobby— Hanbin maldijo por lo bajo.

—Entiendo que me he ganado la fama de temible con creces, pero esto no se trata de mí... Eres tú a quien no voy a poder manejar. No podemos pasar más de diez minutos sin terminar discutiendo y créeme que respeto eso de ti, pero ahora mismo necesito alguien que me escuche, y tú eres más como un leoncillo negándose a soltar a su presa cuando se trata de llevarme la contraria— Quizás era verdad que si se trata de Hanbin me ponía más a la defensiva, pero no podía rendirme ahora. Lo tomé de los brazos y lo senté en la banca del pasillo.

—¿Qué tal así?... yo me someteré a tu cuadrada y anticuada forma de trabajar sin ninguna protesta, no hablaré si así lo deseas. Si me vas a rechazar quiero que sea por qué no soy lo suficientemente talentosa y no porque tenemos problemas— Él se revolvió la cabeza con frustración.

—Tú y yo en una sala no es una buena idea— Apoyó la cabeza en la pared.

—Probablemente— seguía sin verme— Pero sé de sobra lo talentosos que eres y confío en que lograré satisfacer las expectativas que puedas tener. Necesito esta oportunidad — Sus ojos se cerraron y permaneció en silencio antes de voltear a verme de nuevo. Independiente de lo mucho que me costará admitirlo Hanbin era un coreógrafo muy talentoso, es por eso que no me limité al alargar su trabajo hace un momento. Quizás eso me haría ganar una pizca de su simpatía.

Beautiful Dancer.(Kim Hanbin-B.I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora