ATRAPADAS EN LA PENUMBRA

Capítulo 22

Capítulo 22

Ambas hermanas no podrían creer lo que estaban escuchando, ¿Cómo era posible que aquello fuera cierto? ¿Cómo era posible que estuvieran los Vulcanix en este mundo? Todo parecía un sueño o quizás una pesadilla.

—¿Estás diciendo la verdad? —Preguntó Tiffany

—Totalmente, ellos existen en este mundo, son seres que viven cerca de volcanes o dentro de estos, hay un reino así muy lejos de aquí.

—Si, en nuestro mundo también fue así, o al menos eso dicen los libros.

—No entiendo nada, ¿Cómo es posible que ellos también existan aquí? ¿Qué relación tienen ustedes con ellos? —Preguntó Jennie.

—Es algo similar a lo de ustedes —Respondió Jimin. —Hace muchos siglos, los Vulcanix se mezclaron con seres inferiores, humanos se les llamaba.

—¿Humanos? —Lo interrumpió Jennie. —En nuestro mundo existen los humanos.

—Aquí ya no existen, se extinguieron..

—¿Ustedes nacieron por la mezcla de los Vulcanix y humanos? —Preguntó Tiffany. Jimin asintió. —Pero son dragones, los dragones no tienen nada que ver con los humanos, mucho menos con los Vulcanix.

—Evolucionamos —Respondió. —Realmente no me he puesto a pensar en ello, el punto aquí es que ustedes al igual que yo, tienen sangre de los Vulcanix.

—Esto me aterra —comentó Jennie. —En nuestro mundo no hay dragones, pero hay libros que hablan de ellos, siempre pensamos que fueron cuentos de fantasía, pero no es así.

—¿Y que concluyes? —Preguntó el príncipe.

—Que tal vez somos del mismo mundo, pero en diferentes líneas temporales o diferentes realidades, no lo sé, no lo explicar lo que pienso.

—No tengas miedo —Dijo él acariciando el rostro de Jennie. —Sea lo sea, ahora estamos en este mundo.

—¿Cómo son ellos? —Preguntó Tiffany. —Los Vulcanix

—Poderosos, muy poderosos

—¿Y no tienen problemas con ellos? —Preguntó Jennie. El príncipe negó.

—A diferencia de su raza, nosotros jamás intentamos acabar con los Vulcanix, tenemos respeto hacia ellos, por ellos nosotros estamos aquí, en nuestra sangre corre su sangre, pero nos mantenemos distantes, ellos en su reino, y nosotros en nuestro reino.

—Me da curiosidad conocerlos —Dijo Jennie con cierta emoción en su rostro.

—Creo que si los conocerás —Dijo el príncipe. Jennie cambió de expresión.

—¿A que te refieres?

—Primero que todo, en su mundo ¿Ustedes han intentado ocupar el fuego?

Ambas asintieron.

—Unas cuantas veces —respondió Tiffany. —Pero un tanto alejadas de todos.

—¿Y aquí lo han intentado ocupar? —Ambas negaron— ¿Entonces como saben que no lo pueden utilizar?

—Porque perdimos nuestra habilidad principal —Respondió Tiffany. —Además no siento aquello que sentía antes.

—¿Qué cosa? —Preguntó el príncipe.

—Fuego en la sangre —respondió Jennie.

—Intenten ocuparlo ahora —Ordenó el príncipe.

Ambas hermanas no se pudieron negar, intentaron generar fuego, pero sin duda, habían perdido aquello.