♥︎ A mi manera ♡ - ☆Stolitz★ -

¤ La ira del príncipe ¤

Los rayos del sol traspasaban las ventanas de la habitación del príncipe.

El demonio búho estaba tan cansado debido a su aventura nocturna con su amado, hablando de este, el príncipe comenzó a deslizar su brazo en el lado donde supuestamente dormía su amante.

Lastimosamente no encontró lo que buscaba, provocado que abriera los ojos y se levantara a ver mejor y estar seguro de que su amado aún se encontraba en su cama. Ver para creer, el príncipe vio que su amado no se encontraba por ninguna parte de la cama, mucho menos de la habitación, entonces concluyó; Blitz se había ido sin decir nada ... otra ves.

El demonio búho dio un suspiro tanto de cansancio y de enamorado, la noche anterior fue una noche de llanto pero con un cambio repentino que realmente le gustó y le subió los ánimos.

Su cuerpo aún estaba invalido, sobre todo de sus caderas para abajo, el imp sin duda le dio con mucha fuerza y amor.

Mientras el búho se recostaba en su cálida y suave almohada, vio un pedazo de papel doblado, era una carta de Blitz.

Un brillo rojizo de apoderó de sus mejillas, un sonrojo que iba a juego con sus bellos ojos.
De la emoción, agarro de golpe la carta, se acomodo en su cama y la se puso a leer.

- Hola Stols ?Khomó dormizté?
Ezperho ke mui vien. Nho té kishe dezpértar haci ké m3 fúy.
Thomé tu lyvro preztadho, té lo doi en luna yena.

Esa pequeña carta escrita en un trozo de papel, era una de las cosas más bonitas que pudo recibir de su amado, sin duda, apreciaba hasta el más mínimo afecto o cosita que este le daba.

-Ay Blitzy~ tendrá unas 21 faltas ortográficas... pero aún así, es muy lindo de tu parte~-

Observo con más detalle la carta y vio que en una esquina de ella se encontraba una diminuta escritura que decía: "Dhalé buheltha"
Al parecer la carta no terminaba ahí, una linda sonrisa se formó en el rostro del príncipe. Volteo la carta y continuó leyendo.

- The dy b3sho hantez dhe hirmé, zhy nó mhe krés, mhyrathé 3n el ezphejo.
Zhe lé kiheré, bieeeee ♡

Las últimas 18 letras de esa carta le fascinaron al príncipe, esa frase lo lleno de ilusión.

Stolas se levanto de la cama con dificultad y se fue en dirección a el baño, se detuvo un momento en el espejo y pudo apreciar las pruebas de que su amado le dio un beso, bueno, le dio varios besos.

El rostro del príncipe estaba cubierto de marcas de labial en forma de labios, esparcidas por toda su rostro, incluso en su pico, un color rojizo mate muy bonito pero muy visible, demasiado. Ese era un muy bonito gesto pero aún así, no podía pasar el día cubierto de marcas de labios por toda la cara, lamentablemente tenía que quitárselas.

El demonio búho se metió a bañar en su elegante bañera, las gotas del agua eran tibias, tal como le gustaba, estas recorrían todo su cuerpo.

Mientras este se limpiaba con jabón las marcas de labial del rostro, paso a enjabonar sus plumas, en el recorrido por su cuerpo, llegó a la parte de sus caderas y piernas, de repente, vio la marca de labial en una parte indebida de su cuerpo, una marca de labial en su emplumado trasero.

El príncipe no pudo evitar sonrojarse y sentirse avergonzado por aquel cometido de su amante.

-¡Blitzy!... Todo menos ahí... -

Luego de bañarse, el príncipe se envolvió en sus toallas para secarse, luego, fue a su tocador para peinar y desenredar sus plumas. Seguido de eso se agacho para sacar de un cajón un secador de pelo, lo enchufo al toma corriente y comenzó a secar sus plumas, un rato después, el demonio búho estaba seco, pero con los efectos secundarios de que sus plumas se esponjaron, para el era un motivo de vergüenza, pero en realidad era una apariencia muy linda y adorable.