Para ser un aula muy alejada y llena de muchas cosas en las paredes, Eris solo se concentró en el fuego enfrente de ella. Al entrar sintío frío pero cambio al encender las llamas. Varios se retiraban la gran túnica y quedaban solo en la camisa del uniforme mostrando claramente sus colores.
Rojos y verdes competían por puntos para su hogar, extrañaba a Elliot ya que era sensato y argumentaba muy buenas ideas. El profesor Slughorn charlaba con los individuos de las primeras mesas de que cada estudiante que había pasado por su aula se habían convertido en grandes pocicionistas, medimagos, ministros y otros papeles importantes. A Eris la inundó de preguntas por sus padres y claro la encantadora Meridia. Agradeció cuando camino hasta el otro extremo del salón.
Esperaba que el agua hirviera por lo que volteo a la izquierda, a su lado estaba la chica que había ayudado en su primer día de clases. Esta era la única en estar sola en el aula. Incluso Snape estaba emparejado con otros Slytherin. Varios de sus compañeros la vieron con lastima por ser pareja de una Gryffindor.
"Tal vez me distraje un poco en el camino y llegue tarde a la hora de colocación"
La niña la miraba de vez en cuando tratando de hablarle, esto a Eris le dio un poco de gracia. Con un carraspeo se puso recta y le extendió su mano.
-Soy Eris Rellish, un placer- la niña rápidamente le sostuvo la mano, estaba nerviosa por su sudor en la palma.
- Alice Moore- volteo a ver su caldero -Fue lindo lo que hiciste por el chico de aquella mesa -Señalo con ligero gesto a Snape que estaba irritado al ver a Lily sentada con Potter. -Si no pone atención sentirá el resultado de su compañero al colocar esa hojas de romero antes de tiempo- sonrió para ver a Eris.
La peliblanca miraba fijamente esa interacción de Lily y James, por fin no peleaban, hacían lo mejor para que esa opción saliera bien. Ver a esa chica de cabellos rojos hizo sentir muy mal a Eris, su am8ga estaba lejos de ella, se enviaban cartas donde la chica le preguntaba cómo le iba en sus estudios. Tenía que mentirle, mandarle imágenes falsas que su tía le ayudaba a modificar.
-Eris disculpa, ¿te gustaría ir conmigo a la biblioteca?- Eris afirmo sin pensarlo dos veces. Terminan de empaquetar todo, Alice salió rápidamente ya que tenía cosas que hacer. Muchos la miraban con curiosidad. Con una sonrisa falsa agradeció a su jefe de casa.
Adelante de ella iban los Gryffindor hablando de Quidditch o de otras cosas, iba a doblar cuando alguien le agarro fuertemente la mochila. La niña casi cae. Fue un fuerte jalon que el zipper se rompio, frascos de tintas se quebraron y debajo de ellos papeles con información valiosa de sus trabajos escolares.
Era un total desastre, se agachó para recoger lo que quedaba de sus útiles cuando vio unos zapatos negros pisar su pluma. Esto la hizo voltear y ver un rostro pálido y cabello negro en marcarlo hasta los hombros. Unos ojos negros la miraban atentamente.
Se levanto y sus mejillas estaban rojas.
-¡Apartate!- el chico no se movió, frustrada quiso empujarlo pero este se mantenía firme -!Snape quitate!-
-No, lo que pasó afuera hace dos semanas... -
-!Es por haber hecho eso!- lo miraba con ira, apuntó de darle un puñetazo. Nunca había sido de esa manera, solo ese niño raro la hacia sacar su oscuridad -!Crees que haciendo una estúpida broma cómo esta te dejaras de sentir insignificante, si podrias defenderte hasta le quitarias un peso de encima a Lily! -
-! Nadie te pidió que te metieras! - Snape se acercó hasta casi estar encima de ella -! Sabes la golpiza que recibí por tu gran acto heroico, tuve que cambiar de casa!- su voz se elevaba -!Al verte en el tren metiendote de nuevo me hizo pensar que serias un estorbo!- lo vio apretar sus manos -! Tu Rellish eres lo peor, no perteneces a mi mundo, hasta tu padres lo sabian por eso te regalaron a Meridia. Una hechicera prometedora que lo abandonó todo por una vida muggle! -
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¡Algo mas sencillo que la vida!
RandomLo que mas la lastimo no fue el rechazo, las traiciones, ni siquiera el dolor. Fueron sus propias acciones, juro nunca ser un monstruo pero hasta el ser vivo mas vulnerable sabe cuando debe mostrar su garras para sobrevivir.
