Capítulo 35

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La brisa de Jonia soplaba suavemente mientras T/n y Akali continuaban su conversación fuera del Templo Kinkou. La tensión inicial entre ambas mujeres se había disipado gradualmente, y ahora compartían una conversación más abierta y sincera.

T/n se sintió impulsada a hacer una pregunta que había estado en su mente desde que había reconocido a Akali como la ninja que coqueteó con Kayn. Era una pregunta que la atormentaba, una pregunta que había intentado evitar, pero que finalmente necesitaba hacer.

-Akali, ¿puedo preguntarte algo personal?

T/n estaba sería pero podía sentirse un tono de confianza en ella.

Akali, que se había relajado un poco más en la conversación, asintió con curiosidad. -Por supuesto, adelante.

T/n tragó saliva, sabiendo que esta pregunta podría afectar su percepción de Akali, pero necesitaba saber la verdad.

-¿Te sentiste atraída por Kayn? -preguntó T/n directamente.

Akali parpadeó sorprendida por la franqueza de la pregunta. Luego, después de un momento de reflexión, asintió.
-Ah, ese... Sí, lo admito. Kayn es... atractivo. Es el chico perfecto en muchos sentidos, pero... -suspiró-, está demasiado loco para mí.

T/n suspiró también, sintiendo un nudo en la garganta. Akali había confirmado sus temores, y eso la hizo sentirse insegura y celosa. Miró hacia el horizonte, intentando ocultar sus emociones mientras hablaba.

Akali se volvió seria mientras miró a T/n, con su expresión amarga, sabía que no estaba bien, ya que era una pregunta sacada de contexto.

-Oye, ¿Qué te sucede? ¿Estás bien?

Ante esa pregunta T/n río ligeramente, y negó.

—No, Yo... Olvídalo, es muy absurdo.

Akali noto el sentimiento de T/n, seguramente tenía algo muy relevante para decir.

—Dilo, No estoy aqui para juzgarte.

T/n entonces asintió y comenzó a hablar con una expresión tímida.

-Kayn... él fue mi primer beso y mi único amor -comenzó a contar T/n, su voz temblando ligeramente-. Me enamoré de él cuando yo tenía quince años, y desde ese momento, supe que era el único para mí. Estuvimos juntos durante años, y estábamos a punto de empezar una familia juntos. Tenía ocho meses de embarazo cuando... -tragó saliva, luchando contra las lágrimas-, cuando Khada Jhin acabó con la vida que llevaba dentro de mí.

Akali observó a T/n con comprensión y empatía, sintiendo el peso de la historia que estaba escuchando. La conversación se había vuelto mucho más seria de lo que había anticipado.

Akali reflexionó sobre sus palabras, quedandose sorprendida ante la triste historia.

-Lo siento mucho, T/n -dijo Akali sinceramente, lamentando su comentario anterior-. No debería haber mencionado nada sobre Kayn de esa manera, especialmente sabiendo que tenías una relación con él. No tenía ni idea de lo que habías pasado.

T/n asintió, agradecida por la disculpa sincera de Akali. Comenzó a buscar en su bolsa y sacó algunas fotografías. Eran imágenes escalofriantes tomadas en el interior de la casa de Jhin, que revelaban su obsesión por el arte macabro y perturbador.

-Quería mostrarte esto para que entiendas mejor por qué estoy aquí -dijo T/n mientras le pasaba las fotografías a Akali-. Jhin es un monstruo, y estoy dispuesta a hacer cualquier cosa para detenerlo.

Akali miró las imágenes con incredulidad y horror. La repugnancia se reflejaba en su rostro mientras examinaba el trabajo retorcido de Jhin.

-Esto es... enfermizo -dijo Akali en voz baja-. Supe que antes habia hecho atrocidades, pero no sobre sus trabajos en primer plano. Nunca había visto nada parecido... Hay que matarlo.

T/n asintió con determinación. -Solo quiero que sea detenido. Pero para hacerlo, necesitamos la colaboración de ambas órdenes. Jonia está en peligro, y si podemos unir nuestras fuerzas, tal vez tengamos una oportunidad de proteger a nuestro pueblo y poner fin a Jhin de una vez por todas.

Akali miró a T/n con resolución en sus ojos. Había aprendido mucho sobre la Katana de las Sombras durante su conversación, y ahora estaba dispuesta a considerar seriamente la propuesta de T/n.

-Estoy dispuesta a ayudar en lo que pueda, T/n. Esto va más allá de las diferencias entre nuestras órdenes. Jonia merece una oportunidad de encontrar la paz.

T/n continuó la conversación con Akali, sintiendo la necesidad de compartir más detalles sobre su experiencia con Jhin y la razón detrás de su búsqueda de justicia.

-Akali, quiero que sepas que no solo Jhin destruyó mi sueño -comenzó T/n, su voz llena de tristeza-. También se llevó la vida de cuatro de mis compañeros, personas que tenían sueños, metas y vidas por delante. Los asesinó sin piedad, como si sus vidas no tuvieran ningún valor.

Akali frunció el ceño, su expresión apática se agrietó por un momento. La idea de Jhin matando a sus compañeros parecía haber tocado una fibra sensible en ella.

-Ese asesino debe pagar por lo que ha hecho -dijo Akali en un tono decidido-. Voy a cazarlo y hacer que se enfrente a la justicia.

T/n se sintió tentada a aplaudir su determinación, pero sabía que debía advertirla.

-Akali, entiendo tu deseo de venganza, pero matarlo no es la solución -dijo T/n con calma-. Tu maestro Shen, el líder de la Orden de Kinkou, me ha enseñado que Jhin no es una amenaza para el equilibrio, sino una manifestación del caos en sí mismo. Matarlo solo nos haría tan monstruosos como él.

Akali la miró con incredulidad. -¿Estás diciendo que deberíamos dejarlo con vida? ¿Después de todo lo que ha hecho?

T/n asintió con firmeza. -Sí, eso es lo que estoy diciendo. Si matamos a Jhin, nos convertiremos en lo que juramos destruir. Debemos encontrar una manera de detenerlo y llevarlo ante la justicia sin manchar nuestras manos con más sangre.
Sé que el maestro Zed y Kayn probablemente odiarian saber que no lo asesiné, pero si hay algo en que yo creo, es la humanidad.

Akali parecía estar luchando con sus emociones internas. T/n podía entender su deseo de venganza, pero también sabía que Shen tenía razón en su enfoque del equilibrio.

-Tendremos que hablar con Shen y Zed sobre esto -dijo Akali finalmente-. Pero no prometo que estén de acuerdo contigo.

T/n asintió, agradecida de que Akali estuviera dispuesta a considerar su punto de vista. Sabía que la conversación con Shen y Zed no sería fácil, pero estaba dispuesta a luchar por su creencia en la justicia sin violencia.

Mientras observaban el horizonte, ambas mujeres compartieron un momento de reflexión, conscientes de que su camino estaba lleno de desafíos, pero también lleno de posibilidades de cambio y redención en una Jonia que tanto necesitaba su ayuda.

Shen a lo lejos mientras escuchaba la conversación de ambas, pudo sentir el potencial que había en T/n, una mujer que sin importar qué, lucha por defender sus principios y valores.

Suspiró mientras pensaba en Zed mientras tenía un sentimiento de dolor profundo y aún así Zed de venganza, pero sabía que no tenía que ver con T/n.

Kayn y Tú "Supremacía"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora