―¿Qué piensas de Azure como objetivo? ―pregunta Seokjin, su tono es tan natural como siempre.
Lo llevé a una cita con el pretexto de ayudarlo a prepararse para la batalla que está a punto de enfrentar, y es jodidamente ridículo. No debería tener que inventar excusas para llevar a mi propio esposo a una cita, pero aquí estoy. Con cada día que pasa, él me hace querer más, Seokjin me hace desear cosas que juré que nunca querría.
Paso una mano por mi cabello y respiro profundamente.
―Es una opción, pero son conocidos por tener una cartera muy diversificada. Invertirían, pero no al nivel que necesitarías.
Sigue siendo exactamente la misma persona que siempre ha sido: despiadado y frío como el hielo. Lo que pensé que era su mayor activo se ha convertido rápidamente en el mayor obstáculo.
¿Estoy loco por querer que me mire con esa cálida mirada suya fuera de la cama? ¿Realmente he perdido la cabeza? Debo haberlo hecho, porque quiero todo de él
―Ojalá no me hubieran prohibido participar, habría invertido mis propios fondos ―murmuro.
Niega con la cabeza.
―No. Puedo hacerlo, no necesito que...
―Lo sé ―la interrumpo, mi mano envuelve la suya―. Sé que no me necesitas, pero quiero ser en quien confíes. Soy tu esposo. A veces parece que lo olvidas.
Aparta su mano de la mía y la pone en su regazo, con sus ojos en su plato. Parece más frío últimamente, y no puedo evitar preguntarme si es por Inservible ese.
―Namjoon―dice, con tono aprensivo―. Este matrimonio es temporal. No puedo seguir apoyándome en ti. ¿No se siente como si nuestro tiempo juntos estuviera volando? Necesito aprender a pararme sobre mis propios pies.
Aparto la mirada y aprieto los dientes.
―¿Por qué estás tan ansioso por dejarme?
―No lo estoy ―dice, sin emoción en su tono―. Pero como cualquier negocio, esto llegará a su fin, eventualmente. Creo que es mejor que no compliquemos las cosas más de lo que ya tenemos. No quiero que nuestras vidas se entrelacen más. Una vez que todo esto termine, quiero una vida propia, sin estar atado por el pasado. Desde que tengo memoria, mi vida no ha sido mía. Siempre he vivido para alguien más, y ya no quiero hacer eso.
Miro a mi esposo con el corazón apesadumbrado. Esto debería ser música para mis oídos, pero entonces, ¿por qué sus palabras me traen tanto tormento?
—Lisa y Félix Y Jennie ―le digo, con voz suave―. Jae es un viejo amigo mío, y sé que ha estado buscando un nuevo fondo para invertir el capital de su familia. Su empresa anterior no se desempeñó como esperaba, por lo que sería receptivo a nuestra oferta. Pronto lanzarán un baile benéfico, así que podemos presentar nuestra oferta en ese momento.
Él se ve sorprendido, mientras los engranajes en su mente giran.
―Brillante ―murmura finalmente―. Tendrían suficiente capital para vencer a quien quiera que traiga Jae Hwan.
Aprieto la mandíbula, molesto por la mera mención de él. No quiero su estúpido nombre en sus hermosos labios. Él me vuelve jodidamente loco y, mientras tanto, no se ve afectado en absoluto. Mis ojos se posan en su dedo anular vacío y suspiro. Todas las noches desde que apareció El jodido muñeco plástico ese, le he puesto en secreto su anillo de bodas en el dedo, y todas las mañanas, él se lo quita.
Me dijo que lo usaría fuera de la oficina, y no puedo decir si realmente lo está olvidando últimamente, o si simplemente no quiere que lo vean usándolo.
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Secretario Kim.
FanfictionCuando él secretario de Jeon Namjoon deja su trabajo poco despué de que su familia lo obligue a tener un compromiso no deseado, él se propone resolver ambos problemas...