Secretario Kim.

Capítulo 44

―¿Estás seguro de que quieres unirte a mí? ―pregunto por décima vez, una parte de mí esperando que cambie de opinión. Estamos destinados a quedarnos en la casa de Abuela hoy, pero estoy nervioso por traerlo a casa conmigo. Lo he estado posponiendo durante meses, pero ahora me estoy quedando sin excusas. Si me alejo por más tiempo, lastimaré a Abuela.

Ya es bastante difícil fingir delante de mi mamá, pero ahora que sabe lo de mi papá, estoy aún más preocupado. Además de eso, Namjoon ha estado actuando raro últimamente, y no sé qué hacer con eso. Ha sido más amable, pero también más tranquilo y mucho más distante. Estaba seguro de que tendría preguntas sobre mi papá, pero no ha dicho nada al respecto, y no entiendo por qué.

―Puedo ir solo, no estaríamos violando las reglas. Solo estaría fuera por una noche.

No estoy necesariamente avergonzado de mi pasado, pero tengo miedo de mostrarle una parte de mí que contrasta directamente con la imagen que pinté para él. En solo un aspecto de mi vida, quiero tener confianza y ser respetado. Cuando estoy con Namjoon, en el trabajo, puedo ser la versión de mí mismo que siempre quise ser. Tengo miedo de que ya no me mire igual si llega a conocer mi verdadero yo.

Con cada mes de matrimonio que pasa, me vuelvo más inseguro y asustado. Él doncel con el que pensó que se había casado y él que soy en el fondo no son lo mismo, y tengo miedo de que me abandone cuando finalmente se dé cuenta. Al mismo tiempo, una pequeña parte de mí espera que incluso si se entera, me querrá igual.

Es un sentimiento contrastante, querer tan desesperadamente algo que me juré a mí mismo que nunca desearía.

Namjoon me lleva al auto en silencio.

―Sé que tu mamá todavía está preocupada por ti ―dice finalmente, con voz suave―. Apenas ha empezado a hablarte de nuevo. ¿Qué pensaría ella si apareces sin mí?

Tiene razón, por supuesto. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme qué sería peor, ir a casa sin él o que sea testigo de cómo es realmente mi familia. Una cosa es escuchar comentarios degradantes sobre mi papá, pero es aún peor ahora que sabe quién es mi papá.

Estoy tan perdido en mis pensamientos que apenas me doy cuenta cuando nos detenemos frente a la casa. No es hasta que Namjoon abre la puerta del auto de mi lado que salgo de él.

Me ofrece su mano y con cuidado coloco la mía en la suya, mi mirada se detiene en mi anillo de bodas.

Tres diamantes. Uno por cada año que pasemos juntos. Cada vez me preocupa más el impacto que este matrimonio tendrá sobre mí.

Cuando todo esto termine, ¿me iré sin ningún daño o dejará su marca en mí?

―Jin ―dice mamá cuando entramos, con expresión pétrea. No parece feliz de vernos, pero tampoco parece tan molesta como esperaba―. Namjoon. ―Su voz tiembla cuando dice su nombre. Está claro que es difícil para ella verlo como algo más que mi jefe.

―Adelante, vayan a dejar sus cosas. Haré un poco de té. ―Abuela está durmiendo, así que cállate.

Asiento con la cabeza y llevo a Namjoon escaleras arriba, los nervios me recorren la espalda.

―Seokjin―dice―. Deja de estar tan nervioso. Has estado en la casa de mi abuela innumerables veces, esto no es diferente.

Lo veo y niego con la cabeza. No. No es lo mismo en absoluto. Él creció en puro lujo, rodeado de hermanos que lo adoran. Mi vida es el polo opuesto de la suya en todos los sentidos y, de alguna manera, tengo miedo de que se dé cuenta de lo incompatibles que somos, no debería importarme, porque sé que nada de esto es real, pero me importa.