¡No mires! O2

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Jimin.

Me siento tan avergonzado.

Me cambié rápido poniéndome mi ropa normal, salí, ya no estaba ahí. Bajé un poco más calmado, mi madre estaba en la sala, eso es raro.

—Hijo, necesito que hagas un pastel, vamos a darle la bienvenida al vecino.

—¿Que?¿Por qué?.

—Porque se debe ser amable, Jimin. Ademas es un chico encantador.

Suspiro pero hago lo que me pide, voy a la cocina para prepara el pastel.

Jungkook.

Joder, me tuve que bajar esa erección con ayuda de mi mano e imaginación, despues de un rato estaba tranquilo, en mi casa ya había acomodado lo que faltaba así que me bañé, no me arreglé mucho planeaba hacerme Ramen instantáneo para ver algunas series pero en eso tocan la puerta.

Abrí y me encontré con ese lindo chico, está completamente sonrojado con un pastel en sus manos.

—H-Hola...soy tu vecino de al lado, vine a darte la bienvenida al vecindario.

Lo observé, era más bonito de cerca. Sus labios son gruesos y muy rosas, su piel es bastante clara que hace juego con su oscuro cabello, tiene un perfil perfecto, se nota que es más joven que yo.

—Hola, muchas gracias ¿sólo viniste tú?

—Mi madre se ocupó de último momento.

—Ya veo.

Miré todo su cuerpo con descaro mordiendo mi labio.

—Pasa, por favor.

Jimin.

Sentí un escalofrío cuando me miró de esa manera.

—N-no, solo quiero darle el pastel.

—Anda, no me dejes cenar solo.

Tragué grueso, asenti para pasar un poco desconfiado, me encaminó a su comedor, dejé el pastel en la mesa.

Siento como pasa atrás de mi acariciando mi cintura, se acercó a mi oido.

—Prepararé cafe.

Susurró y temblé un poco, se alejó para irse a su cocina.

Jungkook.

Relamí mis labios, ese chico está indefenso aquí adentro.

Preparé el café y lo serví para así regresar, el está sentado.

—Perdóna la tardanza.

—No se Apure.

—Dime, ¿como te llamas? ¿Cuantos años tienes?

Pregunté mientras servía el pastel, le pasé una rebanada, me senté y empecé a comer.

—Park Jimin y tengo 19, ¿y usted?.

—Guau, está delicioso, debes decirme donde lo compraste. Que Joven eres, Jeon Jungkook y tengo 24 años.

—Oh debería decirle Hyung y no lo compré, yo lo preparé.

—No seas tan formal conmigo...¿en serio? ¡Cocinas muy bien!

Veo como se sonroja, pasamos la noche hablando, es un chico bastante entretenido y lindo, debes en cuando toqué sus manos, un poco sus piernas. El se ponía nervioso pero no me detuvo.

—Nos vemos, Kook.

Tomé su mano y la pego a mi, pasando la otra por su pequeña cintura, me acerqué a su oido susurrando.

—Esa lencería te queda hermosa, espero poder verla una vez más en tu hermoso cuerpo, Jimin.

Lo solté. Está todo rojo pero aún así asintió, se fué a su casa, espere a que entrara y entré a la mía.

Jimin.

Cuando entré a mi casa me sentía tan nervioso, no lo negaré, tambien me senti excitado, mañana en la noche pagará las consecuencias de sus palabras. Tomé mi teléfono y le marqué a Tae.

—Necesito tu ayuda.

¡no mires! › kookmin. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora