Armando quería volver a ser el todo de Beatriz... O ese fue su objetivo antes de que perdiese todas sus memorias sobre ella. Tras ese giro su vida retorna a lo que era y va por algo muy ambicioso: expandir a V&M a nivel mundial.
¿Cuál es el plan? C...
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Armando no sabía en dónde se estaba hospedando Beatriz, la que se había encargado —y muy a regañadientes— de mandar los regalos a nombre de él había sido Marcela y en ese momento lo que menos necesitaba era una discusión con ella. Quiso llamarle a Beatriz, pero no tenía su número, le marcó a Sam, pero no atendió, seguro estaba ocupado.
¿Por qué era tan difícil hallarla? y además, ¿quién era Fiorella? Decidió buscarlo entre los documentos que tenía.
—Armand, ¿Qué estás haciendo aquí? —dijo Patricia arrugando la nariz.
Él estaba en aquel intento de oficina, Margarita quiso que ese lugar se volviera el sitio del archivo muerto, él aceptó, pero nunca pudo hacerlo, ni él mismo sabía por qué, pero estar ahí le daba demasiada tranquilidad y le ayudaba a pensar con claridad, aunque en ese momento no estaba funcionando. Patricia le dejó una taza sobre el escritorio.
—Te pedí un té —espetó Armando al percibir el aroma cargado de lo que le había dejado. Estaba enfocado en la tablet leyendo sobre Fiorella.
—Ni lo has probado, a Nico le encanta y a Robert también.
—¿Alguien me ha llamado?
—No, ¿Esperas la llamada de alguien?
—Tráeme el té. —Ella reviró la mirada disponiéndose a tomar la taza.
No había información que datara sobre la existencia de que hubo un problema como lo había mencionado Beatriz.
—Patricia —Ella se detuvo —¿Te acuerdas por qué Fiorella había cancelado con V&M?
Ella soltó una risa divertida.
—Dah, porque Marce la insultó por tu culpa...—Él frunció el ceño —¿La vas a volver a contratar?
Con aquello, Armando logró entender las palabras de Beatriz, sin embargo, eso también encendió una chispa de curiosidad ¿En cuáles otras situaciones se estaba perdiendo de detalles importantes?
—¿Armand?
—Reagenda mis reuniones para mañana —respondió y de prisa tomó la tablet y el abrigo que estaba detrás suyo y antes de que Patricia hablara o de que Marcela se apareciera salió y le pidió a Ruiz que lo llevara a la Trattoria, quizá un cambio de ambiente le podía ayudar a pensar mejor.
୧ *·˚
—¿Cómo es que el papel logra lastimar tanto? —dijo Beatriz mientras se tocaba con cuidado el rostro.
—A veces las cosas que parecen insignificantes son las que más lastiman, ¿Quieres hacerte cargo de lo de mañana? Será en Miami —dijo André
Ella asintió, cualquier lugar era mejor que Nueva York.
—Enloqueció —masculló ella.
—¿Quién?
—Marcela. Yo no le hice nada —dijo mientras se acomodaba para desahogarse.
