Parte 4.

7.1K 424 252
                                    

Pasé la mañana con Itadori, presentamos las maquetas y fue un alivio el terminar con ese calvario. Hasta el momento no he podido olvidar lo que pasó anoche con Gojo y necesito seriamente hablarlo con alguien, con Yuji imposible porque probablemente me de consejos nefastos, tal vez es momento de contarle a Nobara y ver que hacer porque no estoy pensando claramente.

-Yuji, ¿no tenías clases de biología? -le pregunté mirando el celular-.

-Cierto -se tapó el rostro- olvidé traer un trabajo, ¿será muy infantil pedirle a mi mamá que lo traiga?

-Itadori -le saqué las manos de la cara- en situaciones como ésta, todo es válido.

-Tienes razón -tomó mi rostro con sus manos- nos vemos luego.

Tomó sus cosas y corrió a la sala de clases, yo estaba con receso, suspiré cansada, el albino no salía de mi cabeza, no sabía que hacer, aunque era obvio que no debía entrometerme con él pero a veces ese obvio lo ignoraba.

Nobara apareció con unas botellas de agua, se sentó al frente mío y me pasó una, agradecida bebí tratando de concentrarme en la chica que tenía al frente.

-Necesito hablar de esto con alguien -escondí mi cara en los brazos que tenía cruzado sobre la mesa- con Itadori sería imposible porque me da hasta vergüenza.

-Ay no -Nobara reaccionó- ¿estás embarazada?

-¿Qué? -le miré de inmediato- no, incluso es algo peor que ni siquiera sé cómo explicarlo.

-Ya, suelta lo que tengas que decir.

.

Nobara estaba pálida, no había dicho ninguna palabra en todo lo que le estaba contando, siempre atenta que nadie escuchara porque si esto llegaba a oídos de otras personas, sería un caos y el primero en hacer un espectáculo, sería nada más ni nada menos que mi hermano: Geto.
Terminé el contexto de todo lo que había pasado, desde que comencé a mirarlo con otros ojos, hasta la noche de ayer, evitando contar cosas tan íntimas, ella solamente asentía a cada palabra que salía de mis labios, estuvimos en silencio varios segundos porque suponía que ella no veía venir esta noticia tan loca.

-¿Y que tan grande la tiene Gojo? -preguntó curiosa-.

-Nobara -le regañé- necesito ayuda, no sé qué hacer, parece una pésima broma y quisiera que fuera así, pero no, es real y está pasando y si se entera mi hermano, seguramente me sacrificaría.

-Cálmate -me hace una seña de tranquilizarme- Araki, tienes al hombre más atractivo detrás de ti pero, esto es complicado.

-Ya sé, no quiero entrometerme mas con esta situación, pero no tienes idea lo que provoca en mí y odio que sea así.

Suspiré pesadamente, sentía que iba a llorar en cualquier momento y ella lo entendió, así que se sentó a mi lado, sentí su mano palmearme la espalda dándome ánimos.

-¿Te gusta Gojo?

-No, no me gusta pero está haciendo que lo haga y no quisiera liarme con él, sabemos lo mujeriego que es y estoy segura, que solo me quiere para quitarse las ganas de acostarse ¿y sabes que es lo más desconcertante? que ni siquiera sé porqué yo, teniendo a tanta compañera, tantas mujeres a su alrededor, se fija en mí.

-Que dices, eres hermosa y si tuviera mi heterosexualidad débil, ya te habría insinuado mis intenciones -reí ante su comentario- pero es cierto, eres preciosa, aunque si es rara la actitud que tiene este hombre, ¿pero no has pensado que realmente le gustas?

-Lo dudo, solo es un hombre, joven, hormonal y caliente.

Nobara me abrazó, ambas concordamos que Gojo era un hormonal y que solamente tratara de poner mis límites, sonaba fácil pero en el momento se me era imposible.

No puedo detenerme. || Satoru Gojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora