Pasé la mañana con Itadori, presentamos las maquetas y fue un alivio el terminar con ese calvario. Hasta el momento no he podido olvidar lo que pasó anoche con Gojo y necesito seriamente hablarlo con alguien, con Yuji imposible porque probablemente me de consejos nefastos, tal vez es momento de contarle a Nobara y ver que hacer porque no estoy pensando claramente.
-Yuji, ¿no tenías clases de biología? -le pregunté mirando el celular-.
-Cierto -se tapó el rostro- olvidé traer un trabajo, ¿será muy infantil pedirle a mi mamá que lo traiga?
-Itadori -le saqué las manos de la cara- en situaciones como ésta, todo es válido.
-Tienes razón -tomó mi rostro con sus manos- nos vemos luego.
Tomó sus cosas y corrió a la sala de clases, yo estaba con receso, suspiré cansada, el albino no salía de mi cabeza, no sabía que hacer, aunque era obvio que no debía entrometerme con él pero a veces ese obvio lo ignoraba.
Nobara apareció con unas botellas de agua, se sentó al frente mío y me pasó una, agradecida bebí tratando de concentrarme en la chica que tenía al frente.
-Necesito hablar de esto con alguien -escondí mi cara en los brazos que tenía cruzado sobre la mesa- con Itadori sería imposible porque me da hasta vergüenza.
-Ay no -Nobara reaccionó- ¿estás embarazada?
-¿Qué? -le miré de inmediato- no, incluso es algo peor que ni siquiera sé cómo explicarlo.
-Ya, suelta lo que tengas que decir.
.
Nobara estaba pálida, no había dicho ninguna palabra en todo lo que le estaba contando, siempre atenta que nadie escuchara porque si esto llegaba a oídos de otras personas, sería un caos y el primero en hacer un espectáculo, sería nada más ni nada menos que mi hermano: Geto.
Terminé el contexto de todo lo que había pasado, desde que comencé a mirarlo con otros ojos, hasta la noche de ayer, evitando contar cosas tan íntimas, ella solamente asentía a cada palabra que salía de mis labios, estuvimos en silencio varios segundos porque suponía que ella no veía venir esta noticia tan loca.-¿Y que tan grande la tiene Gojo? -preguntó curiosa-.
-Nobara -le regañé- necesito ayuda, no sé qué hacer, parece una pésima broma y quisiera que fuera así, pero no, es real y está pasando y si se entera mi hermano, seguramente me sacrificaría.
-Cálmate -me hace una seña de tranquilizarme- Araki, tienes al hombre más atractivo detrás de ti pero, esto es complicado.
-Ya sé, no quiero entrometerme mas con esta situación, pero no tienes idea lo que provoca en mí y odio que sea así.
Suspiré pesadamente, sentía que iba a llorar en cualquier momento y ella lo entendió, así que se sentó a mi lado, sentí su mano palmearme la espalda dándome ánimos.
-¿Te gusta Gojo?
-No, no me gusta pero está haciendo que lo haga y no quisiera liarme con él, sabemos lo mujeriego que es y estoy segura, que solo me quiere para quitarse las ganas de acostarse ¿y sabes que es lo más desconcertante? que ni siquiera sé porqué yo, teniendo a tanta compañera, tantas mujeres a su alrededor, se fija en mí.
-Que dices, eres hermosa y si tuviera mi heterosexualidad débil, ya te habría insinuado mis intenciones -reí ante su comentario- pero es cierto, eres preciosa, aunque si es rara la actitud que tiene este hombre, ¿pero no has pensado que realmente le gustas?
-Lo dudo, solo es un hombre, joven, hormonal y caliente.
Nobara me abrazó, ambas concordamos que Gojo era un hormonal y que solamente tratara de poner mis límites, sonaba fácil pero en el momento se me era imposible.
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No puedo detenerme. || Satoru Gojo.
FanfictionSer la hermana ''menor'' de Suguru Geto, significaba ser ignorada por los amigos de éste, pudo haber sido una excusa perfecta para no sociabilizar, pero desde que comenzó a sentir e imaginar escenarios falsos con el amigo albino, todo cambió. Pues...