𝐄𝐕𝐄𝐑 ━━━━━ Transformers Prime

𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗘

━━━━━━━ MUCHAS VECES NOS HICIMOS PREGUNTAS SOBRE NUESTRA EXISTENCIA.
Y siempre buscábamos esa respuesta a nuestras dudas. Algunas veces descubrirlo era genial, mientras tanto, no lo era en otras.

En el caso de ella era una tercera opción: no saberlo ni interesarse en buscarlo. Desde varios eventos en su vida, provocaron que ella no buscará su propósito. Por lo que ahora solo era un alma de ambulante en todo el país.

Ella solo dejaba que todo pasara a si debido tiempo. Sin dejarse sorprender si le pasaba algo bueno o malo. Aunque, obviamente no le gustaba que le pasará algo malo.

Por ello, decidio vivir en un lugar en el cual no pasará nada de actividades peculiares.

Y Jasper fue su elección.

Un pueblo que tenía una costumbre de que todo fuera relativamente aburrido. Las calles vacías que si te sentabas a ver cuántas personas pasaban al día, las podrías contar todas ellas.

Ese tipo de lugares era las que más le gustaba. El silencio absoluto le encantaba, a cualquier introvertido le encantaba. Sin ruidos molestos y gente molesta, podrías vivir ahí el resto de tu vida.

Aunque el silencio no era lo único que le gustaba; sus paisajes fuera de Jasper era otra cosa. Sus atardeceres de tonos anaranjados y rojos le daban un toque único que antes no había observado. Que incluso a veces no podía evitar sacarle una foto en el momento.

La biodiversidad cuando pasaba por los campos era espectacular. ¡Todo en ese maldito pueblo le gustaba! No podía pedir las perfección.

Lastimosamente,no estába todo el tiempo en Jasper. Había veces en que tenía que salir del pueblo por algunos asuntos; y dejar Jasper era lo último que quería. Así que no había ni una sola vez en la que no se quejara por dejar Jasper.

Y esta vez no era la excepción.

Tuvo que salir ya que viejos socios le pidieron un favor. Y como le prometieron algo que no pudo negar, termino aceptando su trato.

Eso fue hace una semana, por lo que ahora estaba manejando su moto en dirección a Jasper. Y, aunque saliera de Jasper con todo y berrinche, siempre hacía algo que lo tomaba como pasatiempo: viajar en lugares menos transitados. Tomamos de ejemplo la carretera en la que estaba ahora.

Su carretera sin pavimentar, sus zonas verdes y campos de cosecha eran hermosos, incluso aunque fueran simples. Lo simple fue algo que siempre le gustó.

Sin poder evitarlo, decidió dejar de manejar para poder observar mejor a su alrededor. Habían pocos pinos que daban la similitud de un bosque; pocas aves alrededor cantaban su melodía, y uno que otro insecto deba su señal de vida.

Todo eso combinado le daba una paz espiritual demasiado grande. Se dejaba llevar cerrando sus ojos, y dejaba pasar el tiempo, le valía un carajo si pasaba horas en ese lugar. Los jóvenes le dirían aburrida, los adultos le dirían tranquila, pero su niñez le dirían que la comprende...

Todo ese silencio encantador, de un momento a otro, fue interrumpido por un leve temblor que sintió cerca. No fue fuerte, pero si la logro sacar de su tranquilidad.

Su curiosidad por saber que provocó el temblor lo fue más al ver una nave color negro en el cielo. ¡Una maldita nave más grande que una ciudad!

No lejos de donde estaba logro escuchar como esa nave disparaba a cierto lugar; ya la curiosidad era grande como para pensarlo dos veces.

Dejando en perfecto estado su moto, corrió a dónde la nave disparo hace poco. Manteniendo se escondida , se llevo la sorpresa de ver un cráter enorme delante suyo.

Sin apartar la vista, logro ver cómo un ser se levantaba de ahí, un robot de una altura demasiado grande (o al menos para la altura humana) viendo a un grupo de otros robots de aspecto igual;aunque no tenían un mirada diferente, se podía notar sus intenciones con él robot rojo...

¿Era siquiera posible lo que estaba viendo?

-«Vida fuera del planeta...¡¡VIDA FUERA DEL PLANETA!!»