En una sala de hospital, la tenue luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, pintando suavemente las paredes de tonos dorados. Dos cunas reposaban en un rincón, y en ese momento, dos recién nacidos comenzaron a llorar en perfecta sincronía. Sus lágrimas se mezclaron con el murmullo constante de la maquinaria médica.
De repente, abrió los ojos de golpe y se dió cuenta de que estaba soñando. El sonido de los bebés se desvaneció, reemplazado por el suave zumbido de las luces fluorescentes. La sala de hospital desapareció ante sus ojos, y se encontraba en su propia cama, respirando aliviada por escapar de ese sueño tan vívido.
Tres golpes se escucharon en la puerta principal de la habitación, tomó aire hasta calmarse completamente y un suave "pase" salió de sus labios. Una sirvienta entró, hizo una reverencia y se encamino hacía la cama, su voz era suave y tranquila, aún así mantenía un tono firme y estricto.
- Su majestad pide su presencia en cuarenta minutos, después de eso el desayuno estará listo en la zona norte del jardín junto a su majestad el joven Demian y su majestad madre.
Asintió y se puso de pie en camino al baño, ya habían diversas personas esparcidas en cada sección para acelerar el proceso a veinte minutos para poderse cambiar, peinar y maquillar debidamente.
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Tocó la puerta tres veces hasta que se escuchó una voz grave desde dentro dando la orden de pasar.
- Padre ... solo yo estaré presente por lo visto, la presencia de Demian no lo fue? ... -Al no recibir respuesta esta contuvo el suspiro que tenia a mitad de la garganta y optó por callar- Con su permiso.
Unos ojos azules como el mar pero igual de profundos y aterradores le miraron fijamente, dejó de lado los papeles que tenia en mano y tomó una postura recta antes de hablar
- Tu hermano no está presente ... ya que sus gustos no se apegan a la petición que te daré a ti, " Barry " podría ser considerado en caso de que niegues a esto, después de todo el trono siempre quedará asegurado a ustedes tres.
Miró a su padre unos segundos que para ella fueron eternos, ya habían llegado a tener esta conversación dos años atrás y su madre se había interpuesto diciendo que aún eran demasiado jóvenes para hablar sobre el matrimonio, aún así su padre pensaba que la mejor opción era comenzar a tener citas para encontrar el "amor verdadero" y asegurar el futuro de los herederos al trono.
- Kaia, eres mi hija mayor y la que tiene más probabilidades de encontrar una persona con la que compartas pensamientos, acciones y sentimientos, tu hermano Demian ... solo tiene la limitación de encontrar un acompañante que forme una alianza al igual que la nación del sur. Sabes que tu madre no estará de acuerdo almenos que tengas veintidós años... piénsalo un poco y hablalo conmigo.
Se mantuvo nuevamente callada hasta que sonrió lo más cálido que pudo he hizo una suave reverencia - Si padre, pondré en orden mis pensamientos, acciones y sentimientos para dar la mejor respuesta hacia el futuro de la nación- maldito animal egoísta.
Quién dijo que la vida de la hija de un mujeriego sería fácil y pacífica? Kaia Vasil'yeva del Narciso tendría que encontrar la forma de salir de aquella imposición puesta por su majestad el rey, su padre.