Damian caminó por los pasillos. Tenía demasiada presión sobre sus hombros. Rhea había abandonado el hospital como «alma que lleva el diablo», pues fue testigo presencial de una escena que le había desgarrado el alma. Priest le había arrebatado un beso a Shin Mina, en un acto impulsivo y reconfortante para todos sus sentidos.
Sin embargo, ese beso había vulnerado a Rhea de una forma inconcebible.
Priest tomó el ascensor, esperando encontrarla en el lobby, pero ella no estaba en el lugar. Salió rápidamente por las puertas corredizas del edificio, buscando a su compañera con urgencia.
-Mierda...-Damian maldijo, mientras trataba de encontrar a Rhea por algún lugar.
Damian aceleró sus pasos por las afueras del hospital. Repentinamente, encontró a Rhea, sentada de cuclillas junto a unos arbustos en la oscuridad de la noche.
-Rhea.-Priest le llamó.
Se acercó lentamente, tratando de buscar una forma de entablar un diálogo sin que ella lo mandara al demonio.
-Rhea, ven conmigo. Hablemos...-Pidió Priest, intentando acariciar su hombro.
Rhea se resistió a su acercamiento físico.
-¿Por qué hiciste eso?-Rhea cuestionó, en el momento en que lo vió a los ojos.
Después de presenciar aquel beso, Rhea se sintió completamente perdida, como si toda clase de fantasmas fuesen capaces de acosarla. La brecha de su alma no podía abrirse más.
Algo crecía dentro de ella; algo que comenzaba a preocuparla.
Él le miró, sin saber realmente qué decir y cómo.
-Lo arruiné en cuestión de segundos.-Damian inició la conversación, haciendo referencia a su amistad con Mina.
Rhea suspiró, mientras se acercaba hacia él de forma autoritaria.
Damian desvío la mirada, intentando recuperar un poco de la cordura que le quedaba. Se consumía poco a poco con temores y sufrimientos plasmados en cada poro de su piel.
-No solo lo arruinaste, la cagaste Priest.-Rhea reafirmó, totalmente molesta por la acción de Damian.-Mina no es como el tipo de mujer que estás acostumbrado a tratar.-Rhea arremetió, mientras obligaba a Damian a mirarla a los ojos.
-Mucho cuidado con lo que insinuas.-Damian respondió a su defensa.
-Quien debe tener cuidado aquí eres tú. Estás acostumbrado a tener aventuras. Pero Mina no es así. Ella es especial. Es la chica más lista, graciosa y gentil que conozco. Si la lastimas...-Rhea arremetió en contra de Priest.
Damian la detuvo en secó. No permitiría que Rhea afirmara ese tipo de cosas en su contra, sin tener en cuenta sus sentimientos sinceros por Mina.
-¡Jamás la lastimaría, Rhea!-Damian rebatió, a su defensa.
Para Damian, Mina era mucho más que una "piel joven". La repasaba diariamente con sus ojos cerrados. Por otro lado, Rhea se encontraba en un conflicto emocional y de intereses. Con ese beso, Damian había roto las barreras que existían entre él y Mina. Las cadenas que los unían como una hermandad se desvanecieron al compás de ese roce.
-Por mi culpa, está en un hospital. Yo hice un espectáculo y la forcé a irse de aquel bar; por mis formas tan egoístas de ser...-Rhea intentó calmar su llanto, mientras era abrazada por Priest.
El sentimiento de culpabilidad carcomía a Rhea por dentro. Nadie más que ella, lamentaba lo que había sucedido. De alguna forma, se responsabilizaba por todo lo ocurrido.
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The Juror.©
FanfictionMina se ve obligada a aceptar la oferta de Hunter, integrarse a un peligroso stable dónde no es bienvenida. WWE The Judgement Day Fanfiction No se permite la copia, adaptación o traducción de esta historia. © Portada diseñada por: @HyunJack