CAPÍTULO 2

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—¡Mamá, ya he llegado!—Avisé cuando entré por la puerta.

Toda la casa estaba en silencio, entré a todas las habitaciones y no había nadie, entonces opté por ir a mirar a la planta de arriba. A pesar de vivir en un apartamento tenemos un planta para nosotros y una terraza enorme. Allí tenía mi madre un huerto, había un toldo con una mesa y cuatro sillas blancas abajo tapadas del sol, unas tumbonas y en un extremo había una piscina, cuando compramos el piso ya estaba la piscina y le aseguraron a mis padres de que no pasaría nada ya que el suelo estaba reforzado y no habrían grietas ni nada. Mis padres no se lo creyeron mucho, pero la llenaron de agua y en estos diecisiete años no ha pasado nada.

Con forme iba subiendo las escaleras escuchaba voces, supuse que serían de mis padres y de mi nuevo hermano. Una vez estuve arriba mis sospechas se aclararon, cuando me vieron todos sonrieron.

—Alba, ¿Ya has vuelto?—Preguntó mi madre.

—Mamá, estoy aquí, obviamente que he vuelto.—Mi madre rodó los ojos mientras que mi padre y Grey se reían.

—Ya, ya, muy graciosa, ¿Te has duchado?—Vio que iba a abrir la boca y me puso un dedo en los labios.—No, obviamente que no te has duchado, vete a ducharte anda.—Se respondió ella misma y yo me reí y le besé la mejilla, me giro y noté una mano en mi culo, me había pegado una cachetada en el culo, fruncí el ceño y la miré.

Bajé corriendo y me desvestí para ducharme. Una vez que me duché me puse la ropa que me había puesto nada más despertar y subí arriba otra vez, mi madre había preparado ya la comida y lo agradecí porque me estaba muriendo de hambre.

—¿Que ha hecho para comer?—Le pregunté a mi padre mientras Grey se acercaba con un plato y sonreía.

—Macarrones.—Me dijo él.

Perfecto.

Me levanté de la mesa rápidamente y bajé hasta la cocina, escuché la risa de mi padre y de Grey a mi espalda. Me encantan los macarrones que prepara mi madre, no llevan carne pero sí que lleva una especie de salsa o algo raro que ella hace con el tomate. Una vez que estaba en la cocina le sonreí a mi madre y puse mis manos para coger mi plato. Ella se río y me lo puso.

—Coge el queso, a tu hermano se le ha olvidado ponerlo.—Me sonrío.—Ah, y el agua también.

—No tengo más brazos, mamá.—Le respondí. Cuando salgo de la cocina Grey estaba en la puerta y me dejo pasar, una vez que salí fui hacia la azotea y dejé el plato y el queso en la mesa, volví a bajar a la cocina y antes de entrar escuché a mi madre y a Grey hablar. Sabía que estaba mal escuchar otras conversaciones, pero a la mierda todo, sabía que hablaban de mí.

—¿Cómo te trata Alba?

—Es buena conmigo, hemos hablado muy poco pero no es borde ni nada.

—Menos mal, a lo mejor mañana sí que estará te tratará mal, pero tranquilo, no serás el único al que le tratará así.

—¿Qué pasa mañana?—Preguntó curioso.

Mañana es 20 de Junio, mierda.

—Mañana viene tu otra hermana, es su cumpleaños y lo suele celebrar en casa.

—¿Y qué le pasa con su hermana?

—No se lleva bien con ella, siempre han sido diferentes, literalmente, son muy diferentes, a pesar de que se llevan tres años. No tienen la misma forma de pensar a pesar de ser hermanas.

—¿Sólo por eso?—Preguntó él con una pizca de gracia.

—Jessica se... ¿Cómo decirlo suavemente? Se tiró al novio de Alba y ella los pilló. Después de eso ella no quiere saber nada de ninguno de los dos.

La Saga Afraid: Afraid.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora