La Saga Afraid: Afraid.

CAPÍTULO 5

POV ALBA.

Me encuentro en la puerta del hospital, sin saber si entrar, demasiados recuerdos me golpean y me siento vulnerable.

Nunca me han afectado los hospitales ni los cementerios, pero esta vez sí. Decido entrar y me dirijo a los ascensores, toco el botón de la planta y cuando se abre voy directa a la habitación. Abro la puerta sin llamar y me encuentro con un Ethan tumbado en la cama y solo, al ver que habían abierto la puerta y al verme, sonríe.

-¡Pero mira a quien tengo aquí!-rio y me acerco a él.

-¿Cómo estás?-le pregunto.

-Bueno, estoy hecho una mierda, pero bien. ¿Tu cómo estás? Miriam te llamo varias veces y se puso muy nerviosa.

-Estoy bien, no hay de qué preocuparse, Ethan. ¿Has estado solo?-hizo una mueca.

-Sí, Miriam tenía que estar con sus primas o algo relacionado con su familia, no pensaba que vendrías a visitarme.-sonríe.

-Pues aquí estoy, muchachote.-me senté en la camilla, al lado de sus pies.

-¿Y...-dudaba su decírmelo o no.-como te ha ido por casa hoy?-hizo una mueca al decirlo. Suspiro.

-Bueno, me he despertado con gritos, me he encontrado a mi hermana, un chico a su lado y un niño pequeño que se parece a mí, ¿eso cuenta como bien?-los dos hicimos una mueca. El sabia por lo que yo pasaba, a él le paso una situación más o menos igual que la mía. Solo que su hermana se había acostado con Seth, o viceversa. Él se enfadó tanto que no hablo con ninguno de los dos durante dos semanas, pero al final los perdono a los dos, según la historia que le contaron era que estaban demasiado borrachos y que no sabían que hacían.

Lástima que yo sea mucho más rencorosa y no hable a mi hermana desde hace años.

-Bueno, ¿Y qué tal con Greyson? Ayer me escribió cuando te encerraste en tu habitación. Me conto todo esto de que ahora sois hermanos.-vuelvo a suspirar.

-Eso es otro tema, tenemos nuestras diferencias y ayer fue el colmo.-miro hacia donde ayer por la noche estuve.

-¿Qué colmó tu inexistente paciencia, Albeta?-lo fulmino con la mirada mientras que él se reía y se quejaba de las costillas.

-Me utilizo como juguete durante toda la tarde, solo quería divertirse y oír eso me utilizo. A parte que me mintió y se pasó de arrogante.-me cruce de brazos y adaptando una posición de indignación.

-Grey es así. Tiene rápidos cambios de humor cuando menos te lo esperas, no te preocupes.

-Yo no me preocupo, me molestó lo que me dijo.-intento levantarse pero se volvió a tumbarse nuevo por el dolor de las costillas.

-No es que esté en sus mejores días, todo se le pasara, tranquila, Albeta.-sonrió.

Estuve como dos horas hablando con Ethan hasta que llego Seth para quedarse con él.

-Me ha llamado Grey, Alba.-lo miro.-Quiere que vayas a casa ya, Están todos preocupados.

-Me importa una mierda, están felices con mi hermana y con quien sean esos dos.

-¿Esos dos?-pregunta Seth.

-Un tío y un niño pequeño, estaban con ella esta mañana y el niño me vino abrazar por las piernas, sin que yo sepa quién narices es.-cruzo mis brazos otra vez.

-Bueno, sean quienes sean Grey quiere que vayas. ¿Tú sabes qué hora es, Alba?-niego con la cabeza.

-Ni siquiera me he traído el móvil, no pararían de llamarme.