Isaac
Casi parece mentira que hayan pasado quince años ya, quince años desde que Farah y yo compartimos la primera mirada, con apenas veinte años. Ahora, que tenemos treinta y cinco ─bueno, Farah tiene treinta y cuatro─, Jude, nuestra hija de tres años, nos pregunta de nuevo nuestra historia. Es muy parecida a Farah: no es pelirroja, tiene mi color de pelo, pero en sus ojos hay el mismo mar que en el de mi mujer.
─¿Cómo os casasteis?
─Eso sí que es largo de contar, cielo ─sonríe Farah y la toma en brazos─. Eso te lo explicará tu padre.
Le saco el dedo de la palabrota discretamente mientras sonríe inocentemente. Jude aguarda, expentante, con los ojos muy abiertos y sonriendo.
─Fue muy bonito, mamá iba preciosa ─digo, recordándolo absolutamente todo.
─¿Hubo tarta? ─exclama.
─Sí, la elegí yo ─Farah sonríe por lo bajo, y miro su dedo, donde reposa el anillo que nos une.
─¿Y hubo música?
─Claro que hubo música, nos casamos con canciones muy bonitas.
Jude, mi amor, tienes padres swifties, ¿con qué canciones crees que nos casamos?
─¿Con cuáles? ─frunce el ceño.
─Eran canciones de Taylor Swift ─revelo.
─¡Taylor Swift! ─me siento muy orgulloso de estar criando a mi hija con canciones de Taylor, y no me arrepiento de absolutamente nada─. ¿Cuáles fueron?
─Paper Rings y Love Story ─mi esposa traza una sonrisa que quiero besar hasta dejarla grabada en mis labios.
Jude abre la boca, alucinada. Es igual que Farah, el amor de mi vida. Jude ya ha aprendido a escribir, así que no dudo que haya sacado la vena escritora de su madre. Farah sigue escribiendo y siendo tan exitosa como siempre, y yo sigo leyendo cada uno de sus increíbles libros.
Sonrío, apoya la cabeza en mi hombro y yo acaricio su vientre, donde el hermano de Jude aguarda a ser uno más de la familia.
─¡¿Qué pasaría si os digo que se me ha quemado la comida que lleváis preparando toda la mañana?! ─exclama Uxue, que ha venido de visita, desde la cocina.
Farah y yo compartimos una mirada y nos echamos a reír como dos críos.
─¡Que tendremos que hacer otra cosa! ─exclama Farah, casi sin poder respirar de la risa.
─¡Buena idea! ─exclama su y mi mejor amiga.
Negamos con la cabeza sin dejar de reír, nos levantamos y cojo a Jude en brazos. Sus manitas se aferran a mi cuello y las de Farah se aferran a mi mano libre. Entonces sonrío, porque cuando me enamoré de Farah, cuando pensaba en la palabra «futuro», era esto lo que se me venía a la mente.
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El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]
Romansa¡ESTE LIBRO ESTÁ EN PROCESO DE CORRECCIÓN! Farah; una chica, en el primer año de Universidad, se va de intercambio a Ámsterdam. Su ilusión y orgullo por cumplir sus sueños y nostalgia por su obsesión quinceañera con ese lugar la llenan plenamente de...