-Resfriado-

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Simon se despertó en la cama del Rey Invernal; no esperaba despertar en esta cama. Levantó sus manos, estaban de color normal, gracias a Golb.

- ¿No cambió nada? - Pero cuando Simon tocó el piso con sus pies, ya no sentía frío; de hecho, el clima era perfecto...

Aunque, sus ojos... veían borroso y su pecho pesaba. Trató de caminar hacia adelante, pero sus piernas estaban tan débiles...

Sus rodillas se rindieron y cayó sentado en el suelo. Se apoyó con sus manos, pero no pudo levantarse. La impotencia lo hizo llorar. Había pasado tiempo desde que se sentía tan expuesto.

- ¿Simon? - esa era la voz del Rey Invernal. Cuando entró a revisar a su príncipe, no estaba en la cama, pero vio cabello café al otro lado de la cama.

Se dio la vuelta y vio a Simon en el piso, temblando y llorando.

- Ey... dulce Simon - Simon se acercó al cuerpo del Rey Invernal, acurrucándose débilmente - ya veo... un efecto secundario, pero shh, pasará...

El Rey Invernal volvió a poner a Simon en la cama, tocó la frente del hombre, que tenía fiebre, para su nueva temperatura eso era demasiado.

- Bien, quédate aquí, voy con Fionna y Cake, espérame un poco - el Rey Invernal caminó fuera del cuarto. Marceline estaba en la sala jugando con Hambo.

- ¿Mamá está bien, papá? - Marceline parecía preocupada, así que el Rey acarició su cabeza y la calmó.

- Sí, él estará bien, solo tiene un poco de fiebre. Voy con Cake para que me ayude a hacer caldo - Marceline sonrió y siguió jugando.

El Rey Invernal caminaba por su reino pensando. Simon estaba experimentando los procesos normales de abandonar la locura de la corona, pero... ¿su cuerpo sería capaz de soportarlo?

Tomo una gallina y le quebró la cabeza como si nada para seguir su camino, con un puchero pensativo.

Simon era más emocional y dulce que él, se preocupaba por sus amigas y demás, pero no parecía comprender sus intentos de coqueteo. ¿Tal vez estaba haciendo algo mal?

- ¿Invernal? - Oh, ya había llegado a la casa de Fionna y Cake.

- Hola, mi querida dama. ¿Está tu amiga felina por aquí? Simon se ha resfriado y necesito hacer caldo de pollo. Cake me dijo que era buena cocinando - El Rey Invernal levantó la gallina muerta en su mano con una sonrisa.

- Oh... Claro... ¿Pasa? - Fionna se movió a un lado mientras miraba con pena a la pobre gallina.

- ¿Rey? - Cake se estiró para verlo.

- Simon está enfermo y quiere... - Fionna ni siquiera terminó cuando Cake se estiró y con sus brazos los llevó hasta la cocina, quitándole la gallina al Rey que sonreía.

- ¡Caldo de pollo para el resfriado muchachona! - Fionna sonrió y el Rey Invernal asintió.

- Lo mejor para un resfriado - el Rey Invernal se sentó mientras la gata cocinaba.

- ¿El invierno le hizo mal a Simon? Siempre fue... más débil - Fionna no quería ser descortés, pero le preocupaba su amigo.

- Bueno, estábamos entrenando con su corona. Parece que controlar la locura de la corona ocasionó efectos secundarios, un precio... - Fionna lo entendió.

- ¿Es grave? - Los ojos felinos de Cake se dirigieron al Rey Invernal, que negó con la cabeza.

- No, sabes que no dejaría que nada le pasara a Simon, querida - Cake sonrió y continuó con lo suyo. Fionna hizo un puchero; ella no entendía.

- ¿A qué te refieres con eso? - Fionna miró curiosa al Rey.

- Bueno, ¿Cake no te lo dijo? Simon es mi alma gemela - Fionna miró al vacío.

- ¿Alma gemela? - Fionna miró a Cake.

- ¿No recuerdas el brillo en tu espalda? - Cake maulló dejando la sopa calentar.

- ¿Hablas del tatuaje loco? - Fionna hizo un ademán mágico con las manos.

- El que Marceline dijo que era su alma gemela - Cake se cruzó de brazos y el Rey Invernal soltó una risita.

- ¿Y qué decía el mío? - Fionna lo había olvidado.

- Príncipe Flama - Cake ronroneó.

- Oh, difícil, difícil. Príncipe Flama es... ¿temperamental? - el Rey Helado sonrió y Fionna suspiró.

- Pero me quemaré - Fionna no entendía nada.

- Oh, no necesariamente. Con una flor de fuego, ustedes dos pueden hacer vapor, si entiendes a lo que me refiero, querida - Cake se cubrió la boca riendo y Fionna se sonrojó.

- Está listo - Cake se estiró y guardó la sopa en un envase donde no se descongelaría - envía saludos a Simon - Cake le entregó la sopa de pollo al Rey Invernal, que hizo una reverencia y caminó hacia la salida.

- Fionna, buscaré esa flor para ti cuando esté en época de florecer -

- ¿No te molesta... o sea... me da cosita, tú eres hielo y él es fuego? - Fionna se sobó el brazo.

- Cuando el amor florece, no hay nada que hacer, querida - el Rey Invernal se fue.

Caminó de regreso al castillo y sirvió la sopa. Ya era tarde; Marceline debería estar en clase con los cristales profesores.

- Oh, Simon - Simon estaba adormilado. Parecía haber estabilizado un poco su fiebre.

- Invernal - Simon gimoteó adolorido.

- Vea aquí, príncipe - Invernal tomó a Simon por debajo de sus brazos y lo acercó, sentándolo en la cama para darle caldo de pollo.

- Gracias... - Simon se sentía débil.

Cuando terminó la sopa, el Rey Invernal se iba a retirar, pero en medio de la fiebre, Simon se sintió mal. Después de todo, esta era la cama de Invernal. ¿Dónde dormiría él?

Cuando Invernal regresó para cerrar bien las ventanas, estuvo a punto de irse.

- No te vayas - Simon tomó la ropa de Invernal.

- Oh, dulce Simon, no puedo... - Invernal no quería aprovecharse.

- ¿Dónde dormirás? Esta es tu cama... - Simon hizo un puchero.

- Cariño, la fiebre te tiene mal. Estamos en un castillo - Simon comenzó a llorar.

- Oh, mi pequeño y dulce Simon, está bien, me quedaré contigo. Ya no llores... shhh, eres tan perfecto para mí - Simon tenía una extraña sensación en su corazón, pero no se atrevió a escapar.

Después de un momento, el Rey Invernal volvió con su pijama y se acostó a su lado. Simon se acurrucó en él. Mientras Simon dormía, el Rey Invernal tomó su mano y levantó un poco la corona, apreciando su título en su muñeca.

- Oh, mi dulce Simon... ~

❄️El rey quiere un principe ❄️[TERMINADA][corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora