La Incomprensible Aberración de la Belleza

Nadie nunca entendera el dolor de ser creador. El dolor de amar. El dolor que siento. Nadie nunca entenderá la belleza que veo en ti.

Yo te creé para que fueras hermoso pero nunca me imaginé que me enamoraría de tu belleza. Tú eres solo un humano pero nunca pensé que tu belleza sobrepasaria la de un dios. Todo lo que hacías con tus manos era hermoso; el arte y las caricias. Eras maravilloso.
Pero tú belleza un día se fue con las inocencias que robaste y los horrores de tus actos. La abominación y la aberración de la belleza. Lo asqueroso y lo repugnante. Lo incompresible de los actos del humano que ni en la imaginación más desbocada se podría llegar a visualizar.

Los ojos que sangran al ver tus actos, las pistolas que se apuntan a sus cabezas al no poder comprender lo incomprensible, los gritos de ayuda, la desesperación y el dolor auto infligido al presenciar lo acontecido. ¿Quién eres? ¿Qué has hecho, amado mío?
Lo más horripilante de tu belleza es los actos que puedes cometer. La agonía que mi corazón siente y las náuseas que me causa presenciar tan terrible escena. Porque ni yo siendo tu Creador y tu Dios puedo tolerar tus despiadados pecados.

La raza humana clama a mí por tu sentencia, por un castigo. Mis manos obligadas a manchar la tierra con la sangre de mi asqueroso amado. ¿Cómo puedo hacerte ésto?
Siento asco y lágrimas de ardiente sangre corren por mi cara, sangre que quema mis mejillas y me hace sentir arrepentimiento de haberte creado y de mi amor por ti, me hace recordar la culpa de ser tu dios.
Yo no puedo hacer nada por la humanidad. Tú belleza puede más que yo.

Hoy acepto mi derrota. Acepto que soy un dios débil, pecaminoso y no merezco el poder de hacer justicia cuando mi alma está sesgada por el amor que siento por ti. Hoy abandono a la humanidad a su suerte para lidiar con las consecuencias del horror que has creado.

Hoy su Dios está muerto.