VI. Amor amarillo

165 16 0
                                    

Narrador omnisciente:

Había pasado una semana desde ese tan particular encuentro de parte de los dos chicos y era viernes, tocaba volver a verse por última vez en esa extraña semana. Tratando de no pasar un momento incómodo, Gustavo aparento no estar interesado en hablar sobre el tema, aunque no lo habían hecho en todos esos días, ni siquiera Héctor preguntó sobre que había pasado ese Lunes, estaba muy ofendido gracias a Gustavo, cuando no.

Micaela fue la más afectada por aquel Lunes, no había pensado muy bien todo lo que estaba a punto de hacer y se culpaba por ello. El tan solo hecho de pensar que se iba a entregar tan fácilmente a un hombre solo por haber estado en un estado de pánico por no saber que hacer le ponía los pelos de punta. Trató de dirigirle la palabra varias veces a Gustavo pero él solo se limitaba a soltar quejidos o un simple "ajá", algo que ella siempre odió fue las personas secas, y no, aunque parezca, ella no es tan seca como se piensa. Solo hay que aprender a quererla, a ella y a su orgullo.

Él se había sentado bastante lejos de ella, precisamente, al lado de una chica con la que no paraba de coquetear, ella juraba que podía darle con su silla por la espalda, pero, ¿De qué servía? Si Gustavo no se sentó detrás de ella como días anteriores por algo habrá sido, aunque le causaba una desilusión increíble no tenerlo detrás en las clases.

Ella miraba por la ventana, viendo la tormenta que se asomaba cada vez más, sus párpados estaban cansados y sus sentidos auditivos ya no le servían ni siquiera para escuchar los temas de los que hablaba su profesor, Héctor lo notó y trató de preguntarle.

- Mica, ¿andás bien? Lo digo por lo raro que me parece que estés ignorando la clase Lengua, si sos la mejor.

- No, no, es que... no sé, ando desorbitada, además, mirá lo feo que está, no ayuda mucho. -Forzó una sonrisa pero solo le salió una mueca.

- Bueno, cualquier cosa decime ¿dale?

- Si, si. Gracias.

Héctor asintió y comenzó a copiar y tomar notas sobre todos los ejemplos de acentuación que escribía la profesora en el pizarrón para luego pasárselos a Mica ya que esta misma había copiado solo la mitad de las cosas, eso fue algo que alarmó bastante a su compañero de banco pero no se quiso meter en la vida de su amiga, por más intrigado que esté.

...

Ya era hora de irse a casa y todos hacían lo que estaba al alcance de sus manos para no empaparse con la lluvia. Unos se iban a la parada del colectivo (ese fue el caso de Héctor, solo que él si se fue en uno.) y se quedaban ahí ya que había un techo que los protegía, algunos se quedaron allí aunque no esperaban a ningún colectivo en especial. Algunos suertudos habían escuchado el pronóstico ese día y se habían traído un paraguas, claramente ella no fue de esas personas por lo cuál tuvo que ser de los usaron la mochila como un tipo de paraguas, iba a tener suerte si no se le mojaba nada, cosa que era obvia que iba a pasar.

Aún con un sentimiento de euforia por no querer empaparse, buscó a Gustavo con la mirada, no lo encontró.

En ese momento, una idea absurda idea se cruzó por su mente, y claramente, la iba a llevar a cabo.

Buscó en el bolsillo de su mochila el papel que le había dado Gustavo ese día en el kiosco. Lo amplió lo más que pudo ya que estaba hecho un bollo y vió nuevamente la dirección, con sus casi nulos conocimientos sobre nombres y direcciones de calles hizo un gran esfuerzo para encontrar a donde se suponía que debía ir y así llegó a donde pensó que era.

Se detuvo en un galpón gigante, era más grande que su casa, pensó estar equivocada de lugar pero vió la gran puerta entreabierta y asomó su cabeza. Se estaba muriendo de frío allí afuera así que no dudó en entrar, para su sorpresa estaba bastante limpio y ordenado. Solo pudo visualizar un sillón de dos, una mesa y una radio en funcionamiento, esta misma estaba pasando una canción de Manal, su cabeza se movía al ritmo de "Avenida Rivadavia" hasta que comenzó a escuchar pisadas acercarse.

Amor Amarillo; Gustavo Cerati. [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora