Yurena y Thiago llegan a Madrid huyendo de su vida en Tenerife,en la capital española esperan encontrar la paz que buscaban,aunque no contaban con que cierto jugador colchonero se colara en sus vidas.
Pero,como siempre,todo es obra del destino.
*Que...
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Unos besos por mi cara y cuello hacen que me despierte del sueño en el que estaba.
-Buenos días dormilón-dice la suave voz de mi chica-.
-Buenos días preciosa-digo aún dormido-¿qué hora es?-.
-Las diez-dice ella mientras acaricia mi pelo-anda vamos a desayunar,que he parado en tu cafetería favorita al venir-.
-Yo tengo otra idea de desayuno-digo pasando mi mano por su cintura y atrayéndola a mi-me debes algo preciosa-susurro sobre su boca-.
Ella se muerde el labio y sonríe,acción que va directa a mi entrepierna.
-¿Ah si?-otra vez ese tono provocativo que me vuelve loco,bueno,toda ella me vuelve loco-.
No me aguanto más las ganas y estampo mis labios en los suyos,arrasando su boca en un beso que demuestra perfectamente lo que deseo.
Mi chica se acomoda sobre mi mientras sus labios recorren mi cuello,bajando por mi pecho hasta llegar al elástico de mis pantalones.
-Parece que alguien está contento de verme-dice mordiéndose el labio-. Me quita el pantalón dejándome con un simple bóxer negro que no deja nada a la imaginación.
-Debería ser un poco mala contigo por tenerme sufriendo una semana-dice mientras masajea mi miembro por encima del bóxer-pero tengo muchas ganas de tenerte en mi boca y de sentirte,así que voy a ser buena,disfrútalo-.
Joder,como me pone la cabrona.
Baja mi bóxer y enseguida mi polla es envuelta por su mano,dándome ese placer que tanto necesitaba.
Me mira a los ojos y baja su cabeza hasta que su lengua roza mi punta.
-Oh joder preciosa-llevo mis manos a su pelo mientras su lengua me recorre completo-. Lo que no cubre su boca lo hace su mano y yo no creo aguantar mucho si sigue así,y si encima me mira con esos ojos.
-Preciosa para o me corro-jadeo como puedo-y aunque me encanta tu boca quiero hacerlo dentro de ti-.
Me hace caso y en cuanto se incorpora nos doy la vuelta haciendo que quede acostada ella.
-Me encantas-susurró antes de besarla-. Mis besos van bajando por su cuello y mis manos van al borde de su camiseta,se la quito dejando a la vista sus hermosos pechos ya que no lleva sujetador.
-¿Te he dicho alguna vez que me encantan tus tetas?-digo mientras mis dedos van a sus pezones-.
-La verdad que no-dice ella graciosa-.
-Pues me encantan-y dicho ello me meto uno a la boca-. Lo chupo y mordisqueo arrancándole algún gemido mientras que mi mano libre se encarga del otro.
Cambio y luego mis besos van bajando hasta llegar a su vientre. Quito el botón de su vaquero y se lo quito,dejándola con un tanga rojo que es mi perdición.
