¡¡QUE DEMONIOS!!

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Le había enviado una foto mía, y después de ver las dos palomitas azules los nervios comenzaron a consumirme, tal vez había sido muy precipitado de mi parte, pero es que en verdad estaba llegando a mi límite con esa historia de que no sabía quién era, después de unos segundos contestó.

-Okey, ahora me siento realmente confundido-. ¿Confundido? ¿cómo que confundido? todo está más claro que el agua ahora.

-A que te refieres? ¿qué es lo que no entiendes? -.

-Pues que eh estado hablando contigo, pero con otro número-. Osea que Sandra siguió hablando con él, hay no que es lo que le habrá dicho.

-Sobre eso, hay una explicación.

-Me encantaría escucharla.

-Sandra mi amiga, anoto tu número en su celular y se hizo pasar por mí, pero realmente has estado hablando con ella, no conmigo, fue por así decirlo una clase de broma.

-No pues vaya que me la eh creído bastante bien, entonces tu si eres la verdadera Kate, la chica que ya no quería saber nada de mí, ¿acaso te dio celos que tu amiga hablara conmigo en tu nombre o que fue lo que te hizo hacer que me agregaras a tus contactos? -.

-Celos??!! Claro que no, ya te lo eh dicho, necesito mi cartera tengo todo allí, la última vez que la vi fue en el antro, pero de allí no recuerdo haberla sacado de mi bolso para nada.

-Creo que no recuerdas muchas cosas de esa noche.

-Bueno sí, pero es por eso que te estoy hablando necesito saber si la tienes tu o donde pudo haber quedado.

-Pues al parecer tus amenazas no decían eso, creo que tú estás segura de que yo la tengo.

-Oye lo siento si soné muy extremista, pero es que me estabas desesperando con eso de que no sabias quien era.

-Pues si, no sabía quién eras, además ni foto de perfil tienes, ¿qué esperabas?? que fuera adivino.

-Pues tu jurabas que no conocías a ninguna Kate y no sé qué.

-Pues nunca me diste tu nombre.

-Sandra te dijo como me llamaba.

-Veo que estas muy al tanto de lo que hablamos ella y yo.

-Oye ya, eso no es lo importante aquí, necesito que me digas que paso con mi cartera-. Enserio que este chico era bueno para cambiar el tema.

-Que tan importante es tu cartera.

-No sé a qué viene esa pregunta.

-Tu solo contesta-. 

-Demasiado importante, tanto que hasta rompí mi promesa de no hablarte jamás.

-Pues déjame decirte que si la tengo-. Un tremendo alivio entro por mi cuerpo, estaba realmente preocupada de que me la hubieran robado.

-Que alivio.

-Verdad que sí.

-Pues claro-. Y ahora que, no se va a ofrecer a traérmela, porque siendo sincera no se ni cómo llegar a su casa.

Después de El...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora