¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
– Vi el choque qué sufriste en México, ¿Te analizaron allá? – Preguntó el Médico.
– No adecuadamente, solo lo superficial.
– Lo mejor sería ver si el cachorro está bien, ¿Les parece? – Verstappen miró al omega, el nunca decidía qué hacer en esos casos, era el cuerpo de Sergio del que hablaban, no tenía derecho a decidir sobre él.
– ¿Hay algo que pudo haberle hecho daño a mi bebé? – Involuntariamente tocó su vientre.
– Me preocupa que el impacto pudiese lastimarlo – Volvió a decir el obstetra.
– Hágame los estudios que sean necesarios.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de un rato Sergio tenía de vuelta la mano del territorial del alfa enlazada a la suya.
– Sergio – Llamó el doctor – Tienes un desprendimiento de placenta.
– ¿Qué significa? – Cuestionó preocupado.
– La placenta se despegó del vientre, puede causar que el cachorro tenga falta de oxígeno y nutrientes, no podemos hacerlo nacer ahora. Aún es muy pequeño – Mencionó, con aquel comentario el mayor soltó un chillido de miedo y angustia.
– ¿Se puede tratar? – Cuestionó Verstappen, tomando entre sus brazos al asustado castaño.
– Las dos soluciones más constantes son el inducir al parto o una cesárea pero el cachorro no está lo suficientemente desarrollado, así que lo único que podemos hacer es mantenerte tanto a ti como al cachorro en constante revisión, así sabremos problemas o avances – Explicó.
– ¿Qué tan constante? – Preguntó el alfa.
– Por lo menos una vez a la semana, cualquier malestar me lo tendrán que hacer saber con rapidez.
– Lo haremos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
