Memories of Another Love

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"Por favor, no me arruines esto. Por favor, no lo hagas más difícil de lo que ya es. Estoy tratando de superar esto."

Cinco, cinco años en los cuales quince meses me sentí amado. ¿Qué es lo que pasa? ¿Había algo malo conmigo? Solo quería tenerte para mí, solo quería que me amaras, solo quería que lo olvidaras... ¿Era tan difícil?

Me dañas, me quiebras, me lástimas.

No me parezco a él, no soy como él, no soy él.

¿Por qué me haces esto? ¿Acaso me quieres? ¿Me amas?

Hace dos años que nos separamos, pero, durante este tortuoso tiempo no has abandonado mi mente, siempre estás en mis recuerdos.

Sigo pensando, sigo pensando que fue lo que hice mal.

¿Acaso fui yo el que se equivocó?

"No, no fui yo", quiero hacerme creer eso, pero el intento es en vano, la culpa siempre recae en mí.

Pero, ¿Qué puedo hacer? Es tú culpa, es tú maldita culpa. Nunca lo superaste, nunca lo dejaste ir, nunca me amaste cómo lo amaste a él.

Enojo, tristeza, traición. No puedo dejar de sentir eso, pensé que teníamos algo recíproco... Pero me di cuenta de que no fue así.

Te amaba, te amo, ¿Cómo podría dejar de hacerlo? En tú tiempo fuiste bueno.

¿Acaso todos los "te amo" fueron mentira? ¿Todos los besos y abrazos que transmitían amor eran porque pensabas en él? ¿Pensabas que era él?

¿Qué tenía él que no tuviera yo?

Miedo, tengo miedo. Miedo de ti, miedo de todo. ¿Todos me verán como alguna persona que extrañan? ¿Me verán a mí o simplemente verán a esa persona? 

Dejaste un trauma en mí, no puedo superarlo.

No puedo olvidarte, por mucho que lo intente siempre estará tú estúpida sonrisa en mi mente. Tus estúpidas palabras de "amor", tus acciones y tú voz, todo.

¿Todo era falso? Seguro que sí.

¿Me amaste? No, solo lo amaste a él.

¿Me extrañas? Sí, porque extrañas ver su rostro reflejado en el mío, extrañas verlo a él mientras dices que me amas, que nunca me dejaras, que siempre me cuidarás.

"Tengo que dejarte ir".

Una y mil veces esas palabras se cruzan por mi mente, mis pensamientos y muy torpemente por mi boca. Lo digo, lo repito, "tengo que dejarte ir". ¿Sirve de algo que lo diga?

No, no sirve de nada porque no hago ni el mínimo intento de sacarte de mis recuerdos.

Es tan doloroso pero no puedo sacarte, eres una maldita garrapata, ¿Por qué no te vas? Joder.

La gente me mira con remordimiento, odio que me miren así. No estás muerto, pero deseo que lo estes.

Déjame ser feliz, déjame ser libre. Aléjate de mí.

¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? Te pregunto cuando te veo, porque, Dios, por mucho que te odie, por mucho que me hagas sentirme como una mierda, no puedo dejar de preocuparme por ti.

¿Eres acaso un maldito peluche? ¿Una marioneta? Porque nunca me respondes, no me dices nada, simplemente me miras tan fijamente.

Tu mirada no refleja nada, pero la mía de seguro sí, ¿No es así?

Y, mierda, soy un masoquista, porque por alguna extraña razón siempre vuelvo a tus brazos, siempre caigo ante ti, siempre espero por ti.

Es irónico, porque una parte de mí hace lo imposible por sacarte de mis recuerdos y la otra simplemente se rinde ante los intentos.

Cada día, cada minuto, cada segundo, cada parte de mí cuerpo y alma grita por ti, ¿Estoy loco? ¿Me hiciste algún tipo de brujería?

No, solo me corrompiste.

Estoy cayendo al gran abismo, me estoy ahogando, me estoy quemando.

¿Me duele? No, no lo suficiente como me duele el saber que siempre seré la sombra de él.

¿Me da miedo? Tampoco, ya sabrás que mí único miedo es perderte a ti.

¿Trato de salir de ahí? No, no tengo fuerzas para hacerlo.

Mi alma se hace cenizas. Se quema porque mi único recuerdo vivo es la noche en la que me llamaste por su nombre mientras desvergonzadamente te entregaba todo mi cuerpo. Todo de mí, estando solo a tu merced...

En ese mismo instante sentí cómo algo se quebró dentro de mí. Sentí cómo desde ese momento algo cambio tan repentinamente.

Sentí cómo moría.

Siempre estarás en mis recuerdos, y consigo, el dolor de tenerte allí.