Oficial Park

Parte Única

-Oficial Park, es un gusto para mí verlo, pero, a que se debe la detención? -pregunte al oficial frente a mí, que me observaba con sus ojos oscuros, contuve un suspiro cuando se apoyó en la puerta de mi Bugatti rojo, por amor a Cristo, es la ley debo comportarme.

El oficial Park seguía sin decirme una sola palabra, seguía viéndome y no sabía si me asustaba o no, el hecho de que no dijera nada y me viera como un lobo a un cordero, apunto de cazar a su presa.

Pero entonces suspiró, sonrió de lado y por fin hablo.

- Señor Jeon necesito que baje de su lujoso auto y venga conmigo un momento- soltó sin más y yo claro que le obedecí, no porque quisiera empotrarlo en el capo de la patrulla o de mi auto en media calle, no claro que no, era un oficial por eso me portaba obediente.

Con una sonrisa algo coqueta, salí de mi auto y pude ver como el oficial frente mío, bajaba sus sexys lentes oscuros y pasaba su lengua por sus gruesos labios para humedecer los, al mismo tiempo que giraba en sus talones en dirección a la patrulla.

Jodida mierda, si no desviaba la mirada de ese tremendo par de nalgas, en cualquier momento este hombre me iba a provocar una erección.

Comportate Jeon, es un policía. Claro, lo voy a repetir hasta que mi amigo allá abajo lo capte.

-Muy bien oficial, que necesita de mí?- sonrió malicioso y se acercó a mí, a paso lento y seductor.

Já, este hombre está jugando con fuego y si sigue así, se va a quemar.

Claro, en cuanto nalguee su enorme trasero, mientras tiene sus manos esposadas hacia atrás sin derecho a nada.

La sola imagen mental, me puso al mil el pulso, yo y mis fetiches raros.

En menos de lo que canta un gallo, tenía la respiración del oficial en mi oreja derecha y les juro que se me erizo todo en el momento que sus palabras dejaron sus labios.

-Que juguemos al ladrón y el policía Jeon y ver quién castiga a quién.

Soltaba esa, mientras lamía el lóbulo de mi oreja...

Bueno señores, hoy se coje y al parecer voy a cumplir uno de mis fetiches, con el hermoso y ardiente policía frente a mí.

De un pronto a otro, se aleja de mí y se va en dirección a la patrulla. Carajo, tardo en reaccionar y me apresuró a alcanzarlo.

Mi necesidad de enterarme tan adentro de ese hombre es inhumana.

Cuando estoy a nada de alcanzarlo, lo tomo de las muñecas y hago que gire en un movimiento brusco pero suave a la vez. Su rostro sigue con esa mirada sexy y vuelve a pasar su lengua por sus labios, solo me está tentando.

Con mis ojos sigo cada uno de sus movimientos y de un pronto a otro empiezo a caminar con él, hasta que lo tengo prensado entre mi cuerpo y la patrulla.

Sonrío cínicamente y aferró el agarre en sus muñecas y las levanto por encima de su cabeza.

Siento como su respiración se agita, así que me alejo un poco, solo para apreciar como le queda de bien ese jodido traje de policía, su cintura y sus piernas firmes son totalmente una tentación para mí.

Cuando terminó mi escaneo, levanto la mirada y la conecto con la suya, puedo ver cómo de a poco sus pupilas se dilatan, sé que está deseoso por mi próximo movimiento. Así que no me hago de rogar y me acerco más a él. Para poder susurrarle.

-Muy bien oficial, creo que lo atrape, y para su dicha no tengo ganas de soltarlo.- él, solo me mira y tira una sonrisa coqueta de sus labios, hace que mi cuerpo se extremesca.