Diamantes de seducción.

Capitulo 25: Sabia que fingías ...

Alessandra

Solo faltan unos días para mi boda, como dice Martin será el evento del año dentro del mundo de la mafia, ya que la hija del gran Martin Ricciardi se casará, por lo que están invitados todos los mafiosos más reconocidos del mundo y es el más entusiasmado con el tema de la boda. He estado tan ocupada con los preparativos de la boda que me he olvidado completamente de mi encuentro con Dereck y menos mal que no lo he vuelto a ver, creo que es lo mejor y espero que haya entendido que lo de nosotros ya se terminó debemos avanzar y reconocer que somos de mundos iguales, pero a la vez muy distintos, ya que ambos tenemos intereses distintos ...

Mi relación con Christopher se ha fortalecido cada vez más, este último tiempo nos hemos acercado cada vez más, que he llegado a tener sentimientos por él no sé si será que estoy confundiendo mis sentimientos con el confort y la protección que me entrega Christopher. Aunque trate de engañarme a mí misma debo reconocer que aún estoy enamorada de Dereck, el día que lo volví a ver en la tienda de novias, mi corazón no dejaba de latir de alegría, pero debo olvidarlo, aunque duela debo olvidarlo y aceptar de una vez que nunca me amo que solo le interesaban los estúpidos diamantes, me hubiera gustado tanto tener una vida normal cumplir mis sueños, pero eso no forma parte de futuro y menos con la familia que tengo.

Hoy debo reunirme con Martin ya que debe darme algunas instrucciones importantes según me dijo así que voy rumbo a su oficina y junto a Roberto que me es mi guardia personal, pero antes haré una parada en Starbucks para comprar un latte Machiatto mi favorito, cuando entro veo que hay una enorme fila veo mi reloj y aún puedo llegar a tiempo Martin odia que llegue tarde, la fila comienza a avanzar cuando veo que una mujer se tropieza con mi pie y rápidamente me agacho para ayudarla a pararse, no sé lo que estoy haciendo normalmente no hago estas cosas, pero esta vez fue como un instinto, me doy cuenta que la mujer está mirándome fijamente y no me quita la mirada de mis ojos.

- Muchas gracias y disculpa iba distraída – me dice una vez que deja de mirarme fijamente.

- No se preocupe – trato de decirle.

- Eres muy hermosa – me dice de pronto, pero Roberto mi guarda espalda llega y dice que debemos irnos y me saca de la cafetería rápidamente, ese encuentro fue bastante extraño.

Todo el camino hacia la oficina me fui pensando en aquel encuentro con esa mujer y la forma en que llego Roberto para separarme de ella y evitar que hablará con ella ¿que estará pasando? ¿estarán ocultándome algo? Espero que no sea así ya no quiero saber nada acerca de secretos.

Llegamos rápidamente a la oficina de Martin donde está "trabajando" provisoriamente hasta que vuelva a casa después de mi matrimonio con Christopher. Puntual como siempre esta Martín esperándome llegue a tiempo así que me ahorrare su discurso acerca de la puntualidad en el trabajo.

- Bienvenida hija, te estaba esperando.

- Papá ... nos vimos en el desayuno – me cuesta decirle papá luego de todo lo que me he enterado.

- A caso no puedo extrañar a mi diamante más bello – me dice mientras yo solo sonrió.

- Me dijiste que tenías algo muy importante que decirme.

- Así es tenemos un asunto que atender y que no hemos hablado – me dice mientras la puta de su secretaria nos sirve un café espreso – Sabes muy bien que desde que empezaste a trabajar para mi te di una misión, la cual debía ser tu único objetivo, lo recuerdas.

- Por supuesto que lo recuerdo muy bien Mar ... papá – le digo corrigiendo lo que acabo de decir o se enojará demasiado – Debo completar la colección de joyas y diamantes que tanto anhelas.