5555.

1K 76 52
                                    


San no sabía cuánto había pasado, despertando y mirando las luces del avión encendidas finalmente. Sabía que habían llegado al destino. Inclinó su asiento por instrucciones del personal para aterrizar.

Volteó al lado de Wooyoung, viéndolo despierto mientras leía algo en su celular. Sintió un toque en su mano, olvidando que tenía tomada la mano de éste, estando cálida aún y con el aire acondicionado que habían puesto.

Carraspeó un poco para llamar la atención del contrario. —¿Hace cuánto despertaste?—. Preguntó, queriendo tener algo de que hablar.

—Hace como una hora. El frío de arriba me despertó. —Respondió, mirando hacia los tubos que daban el aire.—Pero tu mano cálida me ayudó mucho.—

San sonrió en grande. Sabía que Wooyoung lanzaba cosas al azar, pero eso le había gustado.

Estaba decidido, lo haría. Invitaría a Wooyoung a salir. Al fin y al cabo, Wooyoung iba por vacaciones y él por trabajo, sabiendo que tendría libre la mayor parte de la tarde y noche.

—Wooyoung, quisiera preguntarte algo. O más bien, pedirte algo. —Habló en dirección del mencionado para tener su atención. No funcionó.—¿Wooyoung?—. Repetía para que lo escuchara.

El contrario lo miró, pero no para responderle.

—¿Podrías subir la ventanilla, San?, me gusta ver cuándo aterriza.—Mencionaba Wooyoung, esquivando la pregunta.

San lo dudó. No era que no lo hubiera escuchado, claramente lo había hecho. Pero era obvio que lo estaba ignorando. Se limitó a sonreír y cumplir la orden del contrario.

No fue mucho lo que esperaron para poder salir y recoger su maleta por las bandas, cosa que hicieron aún juntos.

Fuera de la zona de viaje, San no dejaba de pensar en la acción de Wooyoung sobre esquivar una pregunta que ni siquiera llegó a ser dicha.

—Wooyoung, espera. —Mencionaba San mientras tomaba su mano para detenerlo de ir a la salida. —Lo de hace rato, ¿qué fue eso?—. Preguntó directamente.

—San...—. Susurró apenas audible.

San no era tonto, veía su mirada perdida entre la gente que recogía a sus clientes. Alguien estaba ahí y lo sabía. Dirigió su mirada dónde imaginaba que Wooyoung podía mirar.

Cayó en cuenta.

Justo frente a ellos, se encontraba un chico alto, cabello marrón y con un gran cartel junto a unas pequeñas flores.

"Bienvenido, futuro Song Wooyoung"

"Ese no podía ser su apellido, ¿cierto?."

San sentía un nudo en su garganta. Tenía demasiados sentimientos chocando.

Regresó la mirada hacia Wooyoung, apartando su mano mientras veía cómo se colocaba un anillo.

Quería caer y quedarse tumbado por horas ahí, sin que nadie le dijese nada, sin que nadie le pidiera reportes de su trabajo, sin que nadie le dijera lo que debía o no hacer.

—Lo siento San...—Susurraba Wooyoung con vergüenza. Tomando su camino hacia ese chico que lo esperaba.

La escena era fácil.

Wooyoung lanzandose a los brazos de aquel desconocido.

Wooyoung besando a aquel desconocido.

Wooyoung sonriendo con aquel desconocido.

Wooyoung saliendo por aquella puerta con aquel desconocido.

Wooyoung siendo feliz.

San lo único que pudo hacer fue avanzar a la salida. Subió a un taxi del Aeropuerto y dió su dirección del hotel.

No fue mucho tiempo el que tardó en llegar a su destino. Y no fue mucho lo que tardó en llegar a su habitación y recostarse en la que sería su cama por los siguientes 4 días.

Tomó su celular del bolsillo, escribiendo algo rápido y dejándolo a su lado.

San estaba solo.

De nuevo.

Yunho.

Gracias, Yunho.


holi.
muchas gracias por llegar hasta aquí.
sé que la historia puede llegar a ser aburrida, o un poco rara. Incluso fuera de lugar. Pero imaginemos que todo puede ser posible.
gracias por leer! <3

fly 𐙚 sanwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora