El papel también corta

00

Castas

Casta de papel: Completamente humano, sin rasgos animales ni demoníacos.

Casta de acero: Humanos que poseen ciertas características animales o demoníacas.

Casta de la luna: Totalmente demonios, con características animales o demoníacas como cuernos, pelaje, alas, etc; de forma humana y capacidades de demonio.

Roier desde el momento en que nació o bueno desde el momento en que empezó a ser conciente de lo que sucedía a su alrededor empezó a creer que el dios o fuerza sobre natural que lo haya creado realmente lo odiaba, nunca pudo disfrutar su niñez con normalidad, los demás niños solían evitarlo y ignorarlo en la escuela o solía ser molestado por los niños más grandes y fuertes que normalmente eran de la casta de la luna. Dejo de estudiar al acabar el nivel básico de estudios (Primaria) ya que ningún centro educativo lo quería recibir a no ser que sus padres pagaran una alta cantidad de dinero pero ellos no contaban con el nivel económico como pagar las altas cuotas teniendo que pasará casi todos los días en casa ayudando a su madre en las tareas que podía cumplir mientras su hermana mayor podía salir y jugar con los demás, a pesar de eso no sentía ningún tipo de rencor hacia su hermana, sabía que ella era libre de ir y hacer lo que quisiera, algunas veces envidiaba eso, pero con el paso de los años se empezó a encariñar con su estilo de vida.

Seguro se preguntarán el porque de todos esos límites, y la respuesta es bastante simple su casta.

La casta de papel era considera débil e inútil y para su mala suerte pertenecía aquella casta, a diferencia de su padre y hermana que ambos eran de la casta de acero contando con plumas en parte de su rostro y brazos y una pequeña cola amarilla de pato. Gracias a eso su padre contaba con un buen trabajo en el templo del clan al que pertenecían. En cambio su madre era una "mujer de papel" como solían llamarla la gente del pueblo, ella se dedicaba 100% al hogar y cuidado de sus dos hijos que amaba con todo su corazón.

Sus padres se conocieron en el pueblo originario de su madre del cuál fue desterrada en el momento en que la gente se enteró que el bebé que cargaba en su vientre era de alguien de la casta de acero. Su padre se la llevó al lugar en donde vivía y durante más de un año les estuvo rogando a los gobernantes del clan que dejarán vivir a su mujer e hijos en el pueblo, lo cual aceptaron con la condición de que la mujer tendría que cubrir su cuerpo por completo al igual que su cara para que las personas del pueblo o visitantes que la llegarán a verla no notarán la falta de características demoníaca de la mujer, ellos aceptaron las condiciones y en consecuencia su hijo menor también de la casta más débil tendría que cubrirse de esa manera durante toda su vida.