guardias de la isla

nuevo nivel

Hunter había hecho una promesa aquella bruja que no pensaba romperla. 

—saben no me gusta que estes tanto tiempo fuera el casillo y mas si no habías a donde vaz— comento con tono amenazante retirándose la máscara dejando a la vista aquellos ojos brillantes que atemorizaba al guarida dorado.

—disculpe emperador no volverá a suceder — se encogió de hombros, esperando algún tipo de ataque por parte del emperador.

—tendrías que poner el buen ejemplo —gruño belos, colocando sus manos en el cuello del pequeño que se sobresaltaro ante este contacto.

Hunter permaneció en silencio no sabes su más decir ya eran demasiadas disculpas las que había ofrecido y la situación no estaba mejorando.

El emperador soltó un puñetazo en la mejilla del menor que solo dejó un gémido ahogado.
—quisas no te he castigado lo suficiente — indicó el emperador, con una sonrisa bajo aquella máscara —creo que castigarte públicamente será lo mejor —

Hunter se paralizó ante estas palabra no podía creer lo que estaba escuchando, comenso a sentir una opresión en el pecho —emperador, porfavor tenga piedad — susurró con temor, callendo de rodillas con los ojos humedecido —no volvere a salir sin permiso se lo prometo — hunter estaba aterrado, no quería ser golpiedo en público no podía comprender como un pequeña escapada se estaba convirtiendo en aquel momento de angustia que transformaría en un castigo.

Belos trasformo uno de sus brazos en una sustancia verdosa que tomó se la cintura al guardia dorado —ahora que lo pienso mejor ...podria pagar para que alguien mas te golpiaria, mientras que yo disfruto del espectáculo — se retiro más máscara dejando ver aquella sonrisa burlona.

El guardia dorado dejó escapar algunas lágrimas ante estas palabras, nego con la cabeza, esto cada vez se volvía más aterrador para el pequeño.

—dejare que dos exproradores te humillen, les pagare para que te traten como el perro inútil que eres— indicó belos con burla, empujándo a hunter

El guardia dorado quedó aterrado a ante estas palabra que resonaban con fuerza en su cabeza procobandole una opresión en su pecho, sus mirada se dirigió hacia aquellos ojos azules que lo observavan con malicia.

La risa burlista y aterradora del emperador rezono por todo el salón, esa rostro pálido y desencajado del pequeño se notaba que le costaba respirar eso era divertido.
—acado tienes miedo guadia dorado— dijo entre risas belos secando algunas lágrimas que dejo escapar entre tantas carcajadas.

Hunter duro unos segundos en poder racionar afirmando con un moviendo de la cabeza, llevándose sus manos hacia su cabello serrando sus puños aprisionando algunos mechones, estaba en un estado de temor que lo tenia en estado de sumisión de temer que resultó ser algo que lo izo temer por su vida

—ahora la pregunta es ...¿quien sera elegido en golpearte y hacerte supricar piedad, al gran guardia dorado, mano derecha del emperador?— comento con voz fría con malicia acariciando aquella cicatriz de la mejilla del pequeño que estaba atemorizado.

Hunter se mantenía callado no podía pensar con claridad, estaba en un estado de temor que no podría decir ni una sola palabra solo quería huir pero era algo que era imposible.

—acaso el guardia mas importantes del Aquelarre del emperador es un perro que solo recibe órdenes — sonrió con malicia escupiendo en el rostro del menor, belos disfrutaba humillando aquel pequeño brujo que estaba paralizado por el miedo. —si te doy la orden de supricarle a cualquier exproradores o guardia para que deje de golpiar, podrias llegar a rebajarte a e ese nivel — el emperdor disfrutaba decir cada palabra que hundía más a su sobrino a ese abismo de dolor, era divertido ver como aquel pequeño cada vez estaba más sumido en aquel remolino de angustia.